Las redes sociales están llenas de videos donde el maquillaje ha sido reemplazado por rutinas de skincare. Influencers con la cara lavada, sueros en mano y términos técnicos como “niacinamida” o “SPF de amplio espectro” prometen transformar tu piel desde casa. Pero, ¿qué tan confiables son estos consejos?
Skincare en línea: entre la inspiración y la desinformación
Las skinfluencers se han vuelto figuras clave en plataformas como TikTok y YouTube. Aunque muchas comparten experiencias útiles, no todas tienen formación profesional, y algunos de sus consejos pueden ser perjudiciales si se aplican sin orientación médica.
Según encuestas, la mayoría de las mujeres confía en estas recomendaciones, pero una parte significativa ha experimentado reacciones negativas, desde irritaciones hasta brotes. La razón: no todos los productos funcionan igual para todos los tipos de piel, y combinar ingredientes mal puede afectar la salud cutánea.
Cuidado con las tendencias virales
Algunos consejos populares —como exfoliarse con ingredientes caseros o aplicar múltiples activos sin control— pueden alterar el equilibrio natural de la piel. Además, muchas reseñas no son completamente imparciales, ya que pueden estar influenciadas por patrocinios de marcas.
Aceite vs. agua: cómo identificar el producto adecuado
Uno de los temas más discutidos en foros de belleza es la diferencia entre productos con base de aceite y base de agua.
Comprender esto es clave para elegir el producto correcto:
Base de agua
Ingredientes como agua, glicerina o ácido hialurónico. Son ligeros, se absorben rápido y son ideales para piel grasa o mixta.
Base de aceite
Contienen aceites como jojoba, argán o escualano. Son más densos, nutren profundamente y benefician a pieles secas o maduras.
Consejo clave
Aplica primero los productos a base de agua y luego los de aceite. Esto evita que los aceites formen una barrera que impida la absorción de los ingredientes acuosos.
¿Qué hacer entonces?
No se trata de dejar de seguir a skinfluencers, sino de hacerlo con criterio. Su contenido puede ser útil como inspiración, pero para problemas reales o productos nuevos, lo mejor sigue siendo acudir a un dermatólogo. La piel no es un campo de pruebas para tendencias virales.
El verdadero cuidado de la piel empieza con información confiable. Entender cómo funcionan los productos, identificar su base y saber aplicarlos correctamente puede marcar la diferencia entre una piel saludable y un daño evitable. La belleza no está en el número de capas, sino en conocer lo que aplicas.