Si llevas tiempo corriendo y sientes que tu rendimiento se ha estancado, una solución sorprendentemente sencilla podría marcar la diferencia: saltar. Un nuevo estudio sugiere que dedicar solo cinco minutos al día a un ejercicio de saltos con ambos pies puede mejorar tu economía de carrera, es decir, la eficiencia con la que usas el oxígeno mientras corres.
El estudio que lo respalda
Publicado en Scientific Reports, el estudio observó a 34 corredores aficionados, todos con la capacidad de completar 10 km en menos de 55 minutos. Los participantes se dividieron en dos grupos: uno continuó con su rutina habitual, y el otro agregó cinco minutos diarios de saltos durante seis semanas.
Estos saltos eran sencillos: con ambos pies, en el mismo lugar. A lo largo de las semanas, el número de repeticiones aumentaba y los descansos se reducían, siguiendo este esquema:
Semana 1: 5 series de 10 s / 50 s descanso
Semana 2: 6 series de 10 s / 40 s descanso
Semana 3: 8 series de 10 s / 30 s descanso
Semana 4: 10 series de 10 s / 10 s descanso
Semana 5 y 6: 15 series de 10 s / 10 s descanso
Los resultados
Al finalizar el programa, los investigadores descubrieron que quienes habían hecho los saltos corrían de manera más eficiente a velocidades de 12 km/h y 14 km/h, usando menos oxígeno para mantener el mismo ritmo. Es decir, se volvieron corredores más eficientes, sin necesidad de aumentar su kilometraje o cambiar sus rutinas.
Curiosamente, no hubo mejoras en la capacidad aeróbica máxima, lo que indica que los beneficios vinieron de una mejor utilización de la energía y quizás de cambios en la técnica de carrera o en la función de los tendones.
¿Cómo puedes aplicarlo?
Incorporar esta rutina de saltos es simple, no requiere equipo especial y puedes hacerla en casa. También podrías sustituirla por cinco minutos de cuerda para lograr un efecto similar. Lo importante es la constancia y respetar los tiempos de trabajo y descanso sugeridos.
En resumen
Con solo cinco minutos diarios de un ejercicio tan básico como saltar, puedes mejorar tu rendimiento al correr, especialmente si ya tienes una base y buscas avanzar. No necesitas más kilómetros ni sesiones largas: solo un poco de aire, unos saltos... y ganas de mejorar.