El bicarbonato de sodio es conocido por sus múltiples usos en la cocina y la limpieza, y en los últimos años también ha ganado popularidad como remedio casero para el cuidado de la piel. Sin embargo, su uso directo sobre el rostro o el cuerpo puede causar más daños que beneficios.
Aunque muchas recetas en redes sociales lo promueven como exfoliante o aclarador natural, el bicarbonato puede alterar el equilibrio del pH de la piel, provocando sequedad, irritación, brotes e incluso reacciones alérgicas.
Efectos secundarios del bicarbonato en la piel
1. Desequilibra el pH cutáneo: La piel tiene un pH ácido natural que actúa como barrera protectora. El bicarbonato, al ser alcalino, lo altera y deja la piel más expuesta a bacterias e infecciones.
2. Sequedad y descamación: Elimina los aceites naturales de la piel, causando tirantez, fisuras y resequedad, sobre todo en pieles sensibles.
3. Irritación y enrojecimiento: Su textura abrasiva puede provocar ardor, picazón o microlesiones, especialmente si se mezcla con limón u otros ingredientes ácidos.
4. Brotes de acné: Aunque tiene propiedades antibacterianas, puede empeorar el acné al eliminar la barrera protectora de la piel.
5. Posibles alergias: Algunas personas pueden desarrollar dermatitis o inflamación tras su uso frecuente o en zonas delicadas.
¿Hay alternativas seguras?
Sí. Existen exfoliantes suaves formulados para respetar el pH de la piel, como los que contienen ácido salicílico, láctico, niacinamida o enzimas de frutas. Estos ingredientes son eficaces y menos agresivos.
El uso de bicarbonato debe ser esporádico y bajo indicación médica. Su aplicación frecuente, aunque parezca natural, puede causar daños a largo plazo. Antes de seguir consejos virales o remedios caseros, consulta con un dermatólogo.