Cultivar menta en maceta es una opción ideal para quienes quieren disfrutar de esta planta aromática sin necesidad de un jardín. Además de su delicioso aroma y sabor, la menta tiene propiedades digestivas y relajantes, y es perfecta para preparar infusiones o dar un toque fresco a tus platillos.
¿Por qué cultivarla en maceta?
La menta crece con rapidez y puede expandirse en exceso si se planta en el suelo, por eso se recomienda mantenerla en macetas, donde es más fácil controlar su crecimiento.
Paso a paso para cultivarla
1. Elige la maceta y el lugar adecuado
Usa una maceta de al menos 20 cm de profundidad con buen drenaje. Es importante que tenga agujeros en la base para evitar el exceso de agua. Colócala en un espacio con luz indirecta o semisombra, ya que el sol directo puede dañar la planta.
2. Siembra y riego
Aunque se puede cultivar desde semillas, lo más práctico es hacerlo a partir de esquejes o plantas pequeñas. Usa tierra rica en materia orgánica y mantén la humedad del sustrato, regando cuando la capa superior se sienta seca. Evita el encharcamiento para no dañar las raíces.
3. Cuidados y cosecha
Recorta las puntas con frecuencia para que la planta crezca más frondosa y no florezca, ya que al florecer pierde sabor. Retira hojas secas o amarillas para mantener su salud. Puedes comenzar a cortar hojas una vez que la planta alcance unos 15 cm de altura.
Con estos cuidados, tendrás menta fresca todo el año, lista para usar en tus recetas, tés o simplemente como un toque natural en tu hogar. Ideal para principiantes y perfecta para espacios pequeños.