Si al estrenar un producto de skincare comienzas a notar más granitos, enrojecimiento o textura en la piel, no entres en pánico: podrías estar experimentando lo que se conoce como Skin Purging, un término cada vez más común en el mundo de la belleza… pero también bastante malentendido.
¿Qué es el Skin Purging?
El Skin Purging es una reacción temporal que ocurre cuando se usan productos con activos que aceleran la renovación celular, como retinoides, AHAs o BHAs. Estos ingredientes provocan que las impurezas atrapadas en la piel suban más rápido a la superficie, lo que puede generar brotes, puntos negros o textura irregular durante las primeras semanas.
Este efecto es, en teoría, una señal de que el producto está funcionando. Sin embargo, no todos los brotes son parte de este proceso.
¿Cómo saber si es Skin Purging o una mala reacción?
Algunos signos clave pueden ayudarte a diferenciar entre purga y una reacción negativa:
Zonas afectadas: Si los brotes aparecen donde sueles tener acné, podría ser purging. Si aparecen en zonas nuevas, es probable que sea una irritación.
Duración: El purging suele durar entre 2 y 4 semanas. Si los síntomas persisten o empeoran, podría ser una señal de que el producto no es adecuado para tu piel.
Tipo de ingredientes: Solo productos que estimulan la renovación celular pueden causar purging. Si tu nuevo producto no contiene activos como retinoides o ácidos exfoliantes, probablemente no estás purgando, sino teniendo una reacción adversa.
¿Debes preocuparte?
No necesariamente. Si estás usando un producto con ingredientes conocidos por su efectividad y los brotes son leves y temporales, podrías seguir adelante. Pero si hay dolor, ardor, descamación excesiva o brotes severos, lo mejor es suspender su uso y consultar a un dermatólogo.
El Skin Purging es un proceso real, pero no siempre es la explicación correcta cuando tu piel reacciona mal a un nuevo producto. Entender tu tipo de piel, los ingredientes activos y cómo responde tu cutis es clave para evitar confusiones y cuidar tu salud dermatológica después de los 30… o a cualquier edad.