El rojo oscuro regresa con fuerza esta temporada, y no se trata de un simple revival. Tonos como borgoña, cherry wine o vino tinto marcan el ritmo del verano 2025 con una propuesta audaz, sofisticada y llena de carácter. Este color, que mezcla lo clásico con lo moderno, se convierte en el favorito para quienes buscan transformar su estilo de forma sutil pero impactante.
Lejos de ser un tono plano, el vino tinto actual brilla por su profundidad. Con reflejos violetas o azulados, su riqueza cromática permite adaptarse a distintos tonos de piel, ya sean cálidos o fríos. Desde matices cereza hasta borgoña intenso, hay una versión ideal para cada persona.
Además de su versatilidad, este tono ofrece un acabado luminoso que resalta especialmente en cortes con capas o texturas, donde la luz acentúa sus matices. Su ubicación entre el rojo y el azul en el círculo cromático lo convierte en una elección intensa, multidimensional y elegante.
Para quienes desean un cambio temporal, los tintes semipermanentes permiten experimentar sin dañar el cabello. Pero si se busca un resultado más vibrante, especialmente en bases oscuras, será necesario decolorar previamente para lograr el brillo y profundidad característicos del tono vino.
Más que una moda pasajera, el cabello color vino tinto representa una evolución estilística que mezcla nostalgia y modernidad. Es una declaración de estilo personal que deja huella este verano.