Aunque asociamos el dolor de garganta con el invierno, también puede aparecer en las otras temporadas debido a los cambios repentinos de temperatura. El uso constante del aire acondicionado, ya sea en casa, en el coche o en lugares públicos como tiendas y oficinas, puede afectar negativamente a la salud de la garganta. Además, el ambiente seco y la baja humedad típicos de las estaciones debilitan las defensas naturales del organismo, favoreciendo la aparición de molestias que pueden derivar en afonía, laringitis o faringitis.
Consejos prácticos para proteger tu garganta en verano
Junto a una alimentación balanceada, hay otras acciones que pueden ayudarte a mantener tu garganta sana durante los meses más calurosos:
1._ Mantente bien hidratado. Bebe al menos dos litros de agua diarios para conservar la humedad natural de la garganta. Es una medida clave para fortalecer el sistema inmunológico.
2._ Regula el uso del aire acondicionado. Evita exponerte directamente al flujo de aire frío, especialmente en espacios cerrados, y procura no someterte a cambios de temperatura extremos entre el interior y el exterior.
3._ Modera la temperatura de los alimentos. No ingieras comidas ni bebidas excesivamente frías o calientes. También es recomendable evitar los sabores muy intensos como el picante o la sal en exceso.
4._ Cuida tu voz. Evita gritar o hablar en exceso si estás ronco. Es fundamental mantener una respiración pausada y no forzar las cuerdas vocales, ya que esto puede agravar las molestias.
5._ Refuerza la higiene personal. Ante los primeros signos de irritación, lávate las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de estornudar o toser. Usa pañuelos de papel para prevenir contagios.
6._ Aléjate del humo. Evita lugares con humo y abstente del consumo de tabaco, ya que estos factores irritan aún más la garganta.
7._ Remedios naturales. Para reducir la incomodidad al tragar, puedes hacer gárgaras varias veces al día con agua tibia mezclada con miel o limón.
Por último, limita el consumo de cafeína, bebidas alcohólicas y refrescos, ya que también pueden contribuir a la deshidratación y a la sequedad de la garganta. Tomar estas precauciones durante el verano te ayudará a evitar molestias innecesarias.