El tráfico en internet alcanzó un punto histórico en 2025: por primera vez, la navegación humana dejó de ser mayoritaria frente a la actividad de sistemas automatizados.

De acuerdo con un informe de Cloudflare, solo el 47% de las solicitudes a páginas HTML registradas este año provinieron de usuarios reales, mientras que los bots no asociados a inteligencia artificial generaron el 44% y los rastreadores de IA aportaron en promedio un 4.2% adicional.

El reporte confirma una tendencia que se intensificó a lo largo del año.
A inicios de 2025, los bots tradicionales ya superaban a los humanos por siete puntos porcentuales, diferencia que llegó a ampliarse hasta 25 puntos en junio.

Aunque la brecha se redujo hacia finales del año, el tráfico automatizado se mantuvo prácticamente a la par del humano, evidenciando un cambio estructural en el uso de la web.

Este fenómeno está estrechamente ligado al crecimiento de la inteligencia artificial generativa.
Si bien Google y Facebook continúan como los servicios más utilizados a nivel global, plataformas de IA como ChatGPT se mantienen como las más empleadas dentro de su categoría.

Al mismo tiempo, herramientas como Claude, Perplexity y GitHub Copilot ganaron terreno, mientras que servicios como Google Gemini, Grok/xAI y DeepSeek ingresaron por primera vez al top 10.

Según Cloudflare, los bots de IA cumplen principalmente tres funciones: entrenamiento de modelos, búsqueda e indexación de información, y acciones derivadas de consultas de usuarios.

El rastreo destinado al entrenamiento concentra la mayor parte del tráfico, llegando a ser hasta ocho veces mayor que el rastreo para búsquedas y 32 veces superior al generado por acciones directas de usuarios, con GPTBot de OpenAI como uno de los principales impulsores.

En contraste, el rastreo orientado a búsquedas cayó cerca de un 40% a partir de marzo, mientras que el tráfico asociado a acciones de los usuarios fue el que más creció, multiplicándose por más de 21 veces entre enero y diciembre.

Este aumento ha generado inquietud entre editores y creadores de contenido, quienes denuncian que gran parte de este consumo automatizado no se traduce en visitas reales ni en ingresos publicitarios.

El informe también revela que Googlebot se mantuvo por tercer año consecutivo como el bot más activo, concentrando más del 28% del tráfico de bots verificados y el 4.5% del total de solicitudes HTML. Le siguió GPTBot, con cerca del 7.5% del tráfico de bots, mientras que ChatGPT-User mostró un crecimiento sostenido, con picos hasta 16 veces mayores que a principios de año. ClaudeBot y PerplexityBot también registraron incrementos relevantes.

Este panorama ha llevado a una reacción en la industria editorial.
Iniciativas como Data Provenance Initiative, encabezada por el MIT, señalan que cada vez más plataformas están restringiendo el acceso a sus contenidos para evitar que sean usados en el entrenamiento de modelos de IA. Como resultado, alrededor del 5% del contenido antes público ya no es accesible y el 25% de los datos de mayor calidad ha quedado fuera del alcance de estos sistemas.

El avance de los bots y la IA confirma que internet ya no es solo un espacio dominado por personas, sino un ecosistema en el que los sistemas automatizados juegan un papel central, con implicaciones profundas para el futuro del contenido, la economía digital y la forma en que se consume la información.