Un estudio reciente reveló que la mayoría de las personas ya no puede distinguir entre música creada por inteligencia artificial (IA) y la compuesta por seres humanos.
La investigación, realizada por la consultora Ipsos para la plataforma de streaming Deezer, encuestó a más de 9 mil personas en ocho países —incluidos Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Japón y Brasil— y concluyó que el 97% de los participantes no logró identificar cuál de tres canciones había sido creada por humanos en una prueba a ciegas.
El estudio también mostró que, aunque casi la mitad de los encuestados (46%) considera que la IA puede ayudar a descubrir nueva música, la mayoría expresó preocupaciones éticas y creativas.
El 64% teme una pérdida de creatividad en la producción musical y el 51% cree que las canciones serán más genéricas y de menor calidad.
El director general de Deezer, Alexis Lanternier, destacó que los resultados demuestran el interés del público por saber si lo que escucha fue creado por humanos o por una máquina, y reafirmó el compromiso de la compañía con la transparencia en el uso de IA.
Actualmente, Deezer es la única plataforma que etiqueta de forma visible la música generada por inteligencia artificial.
Según datos de la empresa, en enero solo uno de cada diez temas reproducidos era de origen artificial; sin embargo, esa cifra aumentó al 34% en octubre, con alrededor de 40 mil canciones generadas por IA cada día.
Pese al crecimiento, estas pistas aún representan una parte menor del total de reproducciones.
La encuesta también mostró que el 73% de los usuarios desea que se indique claramente cuándo una canción recomendada fue creada con IA, y el 40% afirmó que evitaría escucharlas.
Además, el 71% de los participantes se dijo sorprendido por no haber podido distinguir entre la música humana y la artificial.
Deezer, que cuenta con 9.7 millones de suscriptores, ha implementado medidas para fomentar la transparencia: excluye la música de IA de las listas editoriales y de las recomendaciones automáticas, y trabaja en nuevos esquemas de remuneración que diferencien entre artistas humanos y producciones generadas por algoritmos.
El tema ha cobrado relevancia tras casos como el del grupo The Velvet Sundown, que alcanzó más de tres millones de reproducciones en Spotify antes de revelarse que era una banda creada totalmente con IA.
Este tipo de situaciones ha despertado debate sobre los derechos de autor, la autenticidad artística y el impacto en el empleo de músicos.
A nivel global, el uso de inteligencia artificial en la música continúa generando controversia.
En Alemania, un tribunal dictaminó recientemente que ChatGPT violó leyes de derechos de autor al reproducir letras de canciones, mientras que Universal Music Group alcanzó un acuerdo con una empresa de IA para desarrollar una plataforma de creación musical ética que verá la luz en 2026.
La conclusión del estudio es clara: la inteligencia artificial ya puede igualar el oído humano, pero la industria musical enfrenta el reto de mantener la creatividad, la transparencia y el valor del trabajo artístico en una era cada vez más dominada por algoritmos.
