OpenAI anunció que la nueva versión de su modelo de inteligencia artificial, GPT-5, ha mejorado significativamente la forma en que ChatGPT responde a conversaciones relacionadas con la salud mental, ofreciendo respuestas más seguras, empáticas y adecuadas cuando detecta señales de crisis emocionales o psicológicas.
La compañía explicó que estos ajustes buscan identificar con mayor precisión indicios de problemas graves, como psicosis o manía, así como síntomas menos severos, como delirios aislados o episodios de ansiedad.
Aunque este tipo de conversaciones son poco comunes —solo un 0.07% de los usuarios activos por semana muestran señales de crisis—, OpenAI considera fundamental fortalecer la respuesta del sistema en momentos de vulnerabilidad.
Antes de esta actualización, ChatGPT contaba con mecanismos de seguridad que sugerían ayuda profesional, bloqueaban contenido sensible o evitaban reforzar pensamientos perjudiciales.
Sin embargo, en algunos casos, la detección era imprecisa y las respuestas resultaban inadecuadas.
Con la integración de GPT-5, las respuestas no deseadas se redujeron en un 39% respecto a la versión anterior (GPT-4o), mientras que el cumplimiento de comportamientos seguros y empáticos aumentó del 27% al 92%. En conversaciones relacionadas con pensamientos suicidas o autolesivos, la mejora alcanzó una reducción del 52% en respuestas inadecuadas.
Además, en interacciones largas, donde las fallas eran más comunes, la fiabilidad del modelo ahora supera el 95%.
Otro aspecto clave abordado por OpenAI es la dependencia emocional hacia la inteligencia artificial, un fenómeno en el que algunos usuarios establecen vínculos afectivos con el chatbot. Para prevenirlo, GPT-5 incluye medidas que disminuyen en un 42% las respuestas que refuerzan esa dependencia, logrando un 97% de cumplimiento con los comportamientos esperados.
OpenAI reiteró que estas mejoras no convierten a ChatGPT en un terapeuta ni sustituyen la atención profesional, pero sí garantizan una interacción más segura y responsable. Los nuevos lineamientos del modelo priorizan el respeto hacia las relaciones humanas, la detección de señales indirectas de riesgo y el manejo empático de temas delicados, con el objetivo de proteger el bienestar emocional de los usuarios.
