La robótica china sigue dando pasos sorprendentes. Tras lograr que los robots realicen acrobacias y movimientos cada vez más complejos, ahora la meta es dotarlos de gestos y expresiones que los hagan parecer más humanos.
Un ejemplo reciente es el prototipo presentado por AheadForm, una compañía fundada en 2024 que ha mostrado una cabeza robótica capaz de mirar, parpadear y responder con expresiones faciales realistas.
El modelo, llamado Origin M1, integra hasta 25 motores brushless que coordinan movimientos sutiles como asentir, fruncir el ceño o seguir la mirada de quien interactúa con él. Además, cuenta con cámaras en las pupilas, micrófonos y altavoces, lo que le permite registrar el entorno y responder en tiempo real.
El objetivo de la empresa es lograr interacciones más naturales entre humanos y máquinas, combinando modelos de lenguaje con expresiones convincentes.
The latest head by U航, the developer behind AheadForm company
— Vokabre Robotics (@VokabreRobotics) September 16, 2025
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Aunque por ahora no está disponible comercialmente, AheadForm plantea posibles aplicaciones en áreas como la atención al cliente, la educación o la asistencia sanitaria, donde gestos como una sonrisa o un asentimiento podrían generar mayor confianza.
La propuesta se apoya también en avances académicos. En 2024, la revista Science Robotics publicó un estudio liderado por Yuhang Hu que demostraba la posibilidad de que un robot predijera y reprodujera expresiones humanas en tiempo real, un trabajo que encaja con la línea que sigue la compañía.
Estos desarrollos forman parte de una estrategia más amplia de China para posicionarse como líder en la robótica humanoide. En los últimos meses, el país ha realizado demostraciones llamativas, como combates de kickboxing con robots Unitree G1 en el CMG World Robot Contest Series, o la participación de 21 humanoides en un recorrido paralelo durante la media maratón de Pekín, aunque con asistencia técnica y limitaciones evidentes.
Con estos avances, China busca no solo la innovación tecnológica, sino también dar un paso hacia un futuro donde la interacción entre personas y máquinas se sienta cada vez más natural y cercana.