OpenAI prepara el lanzamiento de su primer chip de inteligencia artificial, cuya producción en masa podría iniciar en 2026, según un reporte de Financial Times.
El procesador sería diseñado en colaboración con Broadcom y estaría destinado exclusivamente para uso interno, siguiendo la estrategia de gigantes como Google y Amazon, que fabrican sus propios chips para garantizar suministro y reducir costos.
La alianza entre la desarrolladora de ChatGPT y Broadcom cobra fuerza tras las declaraciones de Hock Tan, CEO del fabricante de semiconductores, quien confirmó que un cliente clave ya emitió órdenes de producción y que las previsiones de ingresos por IA para 2026 mejorarán significativamente. Analistas del sector apuntan a que ese cliente es OpenAI.
La idea de diseñar procesadores propios no es nueva. Desde 2023 se ha especulado con los planes de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, para desarrollar chips especializados como respuesta a la escasez global y al elevado precio de las GPU de Nvidia.
Incluso, se ha planteado la adquisición de startups, alianzas con fabricantes y la construcción de fábricas a gran escala con potenciales socios como Microsoft, Intel, Samsung, SoftBank y TSMC.
El interés de OpenAI se entiende por el enorme costo de operar sus modelos de IA. Actualmente, la compañía depende de una supercomputadora creada por Microsoft con 10,000 GPU de Nvidia.
Mantener esa infraestructura es costoso: analistas estiman que cada consulta en ChatGPT cuesta unos 4 centavos.
Si la herramienta alcanzara solo una décima parte del volumen de búsquedas de Google, se requeriría una inversión inicial de más de 48,000 millones de dólares en chips y unos 16,000 millones anuales para sostener la operación.
Sam Altman ha reiterado que la evolución de la inteligencia artificial dependerá tanto del software como de avances en el diseño de hardware y cadenas de suministro sólidas. Con este proyecto, OpenAI busca asegurar el futuro de sus sistemas y ganar independencia tecnológica en un mercado cada vez más competitivo.