Un equipo de investigadores de la UNAM ha dado un paso importante en el monitoreo del volcán Popocatépetl, al obtener una “radiografía” de su interior utilizando inteligencia artificial (IA).
Este avance permitirá mejorar la prevención de desastres naturales, al facilitar la detección temprana de posibles erupciones y optimizar los sistemas de alerta.
El estudio, liderado por Marco Calò, investigador del Instituto de Geofísica, fue publicado en la revista Science Direct.
Su objetivo es comprender con mayor profundidad la estructura interna del volcán, especialmente el comportamiento de las cámaras magmáticas y los conductos por donde asciende el magma.
Desde 2019, el equipo de la UNAM ha desplegado 18 estaciones sísmicas alrededor del volcán, las cuales recogen más de 100 mediciones por segundo.
Gracias a un sistema basado en IA, desarrollado en parte por Karina Bernal, alumna del Posgrado en Ciencias de la Tierra, ahora es posible analizar un año completo de datos en solo tres horas. Este sistema puede distinguir entre sismos causados por el movimiento de magma, fractura de rocas o burbujas de gas, lo que antes se hacía de forma manual.
Los datos recopilados han revelado estructuras internas conectadas, como zonas de acumulación de magma y posibles rutas de ascenso. Esta información es clave para crear modelos tridimensionales en 4D, es decir, representaciones que cambian con el tiempo y permiten anticipar si el magma está subiendo hacia la superficie.
Pero este avance no ha estado exento de retos. Las expediciones científicas requieren caminatas de hasta 20 kilómetros en altitudes superiores a los 4,200 metros, cargando equipos de más de 20 kilos, todo en condiciones extremas por tratarse de un volcán activo.
Aunque la IA ha revolucionado el análisis de datos, los científicos destacan que sigue siendo fundamental el trabajo humano: ellos son quienes entrenan, interpretan y validan los resultados del modelo.
Según Calò, este tipo de investigaciones tiene un impacto directo en protección civil, al facilitar la toma de decisiones más precisas sobre niveles de alerta, evacuaciones y zonas de riesgo.
Este es el primer estudio de su tipo realizado en el Popocatépetl con IA y coloca a México a la vanguardia en el monitoreo volcánico a nivel internacional. Los investigadores planean seguir refinando el modelo con datos sísmicos actualizados, con el objetivo de fortalecer aún más las medidas de prevención ante una posible emergencia volcánica.