Lo que parecía una buena noticia para los jugadores de Xbox Game Pass se convirtió rápidamente en motivo de preocupación.
Call of Duty: WW2, uno de los títulos más importantes de la franquicia de Activision, fue retirado de la tienda y del servicio en PC después de que se confirmaran serias vulnerabilidades de seguridad que exponen a los usuarios a ataques de ejecución remota de código (RCE).
El juego, lanzado en 2017 por Sledgehammer Games, llegó a Game Pass a finales de junio, atrayendo a cientos de jugadores nuevos.
Sin embargo, pronto empezaron a circular reportes de exploits que permiten a hackers infiltrarse en las computadoras de los jugadores para controlarlas de forma remota, instalar malware o incluso robar información personal.
A diferencia de los cheats tradicionales para obtener ventajas en partidas, este exploit RCE representa una amenaza mucho más seria.
Clips recientes, como uno del streamer Wrioh, mostraron cómo su sesión fue interrumpida abruptamente por una ventana emergente con el mensaje: “acabo de atacarte con un RCE”, seguido del cambio de su fondo de pantalla por la imagen de un abogado, supuestamente vinculado a Activision.
El grupo de ciberseguridad VX-Underground ha recopilado más evidencias de estos ataques, confirmando que algunos hackers usan estos métodos para “hacer memes”, aunque expertos advierten que es extremadamente riesgoso confiarse, ya que la misma vulnerabilidad podría facilitar delitos más graves como ransomware.
Ante la ola de denuncias, Activision eliminó Call of Duty: WW2 de la Microsoft Store en PC y de Game Pass, asegurando que ya investiga el problema, aunque hasta ahora no ha ofrecido una solución ni ha dado fecha de retorno del juego a la plataforma.
A pesar del retiro en PC, Call of Duty: WW2 sigue disponible para su compra en Steam y Battle.net, pero especialistas en ciberseguridad recomiendan no descargarlo hasta que se confirme que los riesgos han sido solucionados y se publiquen los parches correspondientes.
La comunidad espera que Activision tome medidas rápidas para blindar el título, pues un exploit de este nivel no solo pone en jaque a uno de sus juegos más populares, sino que también plantea dudas sobre la seguridad de otros títulos antiguos de la saga que podrían estar expuestos a fallas similares.