La gigante china de autos eléctricos BYD confirmó la cancelación de su proyecto para construir una planta en México, una decisión que frena una millonaria inversión que prometía generar miles de empleos y consolidar al país como polo de producción de vehículos eléctricos en América Latina.
La decisión, anunciada por Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD, se debe principalmente a la creciente tensión geopolítica y a las políticas proteccionistas impulsadas por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, que busca frenar la entrada de tecnología y autos eléctricos chinos al mercado norteamericano.
“Los problemas geopolíticos tienen un gran impacto en la industria automotriz”, advirtió Li
Detalló que la empresa prefiere esperar a que haya más claridad en el entorno comercial antes de reubicar su proyecto en otra región.
Además, reveló que la compañía evalúa los riesgos de que su tecnología pueda ser copiada o filtrada a Estados Unidos si se fabricara en México.
El plan original, anunciado en 2023, contemplaba la construcción de una planta con capacidad para producir hasta 150 mil autos eléctricos al año, lo que se traduciría en unos 10 mil empleos directos.
Sin embargo, el proyecto se volvió blanco de críticas en la campaña de Trump, quien acusó a BYD de intentar “inundar” el mercado estadounidense con vehículos chinos, aunque la firma aseguró que su estrategia estaba centrada en México y América Latina.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum restó importancia al revés al señalar recientemente que la instalación de la planta “nunca fue algo formal”, pese a que la intención de inversión había sido confirmada por la propia BYD y ampliamente difundida por autoridades locales y medios.
BYD, que recientemente superó a Tesla como el mayor vendedor de autos eléctricos del mundo, enfrenta cada vez más escrutinio global a medida que amplía su presencia fuera de China.