China está marcando el rumbo de la tecnología energética del siglo XXI con cifras récord en instalación de energía solar y eólica. En un solo mes de 2025, el país sumó 93 gigavatios (GW) de capacidad solar —unos 100 paneles por segundo— y 26 GW en energía eólica, lo que equivale a más de 5,000 turbinas nuevas.
Entre enero y mayo, el total acumulado alcanza 198 GW en solar y 46 GW en eólica, reafirmando su liderazgo en tecnologías limpias y consolidando más de 1,000 GW de capacidad solar: la mitad del total mundial. Esta infraestructura no solo representa una revolución energética, sino una hazaña tecnológica sin precedentes.
Energía, tecnología y estrategia
Este avance está respaldado por una visión estratégica. En palabras del presidente Xi Jinping, la industria energética limpia está directamente vinculada al crecimiento económico y al desarrollo tecnológico del país:
“Hemos construido la cadena industrial de nuevas energías más grande y completa del mundo”.
China domina actualmente la fabricación y exportación de paneles solares, turbinas eólicas, baterías, vehículos eléctricos y reactores nucleares en construcción. También lidera en innovación: suma cerca de 700,000 patentes en energía limpia, más de la mitad del total global.
Tecnología como herramienta de poder global
La apuesta china por las tecnologías renovables no es solo interna. Empresas del país han invertido más de 168 mil millones de dólares en proyectos tecnológicos de energía limpia en todo el mundo: desde infraestructura solar en Arabia Saudita hasta vehículos eléctricos en Indonesia. Este enfoque le permite ejercer influencia global sin recurrir a bases militares, usando la innovación como poder blando.
Estados Unidos, en retroceso tecnológico
En contraste, Estados Unidos ha desacelerado su impulso hacia las renovables, favoreciendo infraestructuras de gas natural y combustibles fósiles. Pese a haber liderado la innovación energética en décadas pasadas, hoy recorta inversiones clave en tecnología limpia y reorienta industrias como la automotriz hacia el motor de combustión.
El futuro es renovable y digital
La Agencia Internacional de Energía confirma que el crecimiento de la demanda energética será cubierto, principalmente, por tecnologías limpias. En este nuevo tablero global, quien controle la producción, innovación y exportación de sistemas renovables y almacenamiento energético tendrá la ventaja tecnológica.
China ya está posicionada como la superpotencia tecnológica de la transición energética. El desafío es claro: ¿podrá el resto del mundo, especialmente Estados Unidos, competir con la misma visión, escala e inversión en tecnología?