Durante su participación en Talent Land 2025, Ismael Faro, vicepresidente de Quantum + AI en IBM Research, presentó una visión prometedora sobre el impacto que tendrá la unión entre la computación cuántica y la inteligencia artificial (IA). Según Faro, esta convergencia abrirá posibilidades antes inimaginables, cambiando por completo la forma en que resolvemos problemas complejos.
A diferencia de los bits tradicionales, los qubits (unidad base de la computación cuántica) pueden manejar información de manera simultánea y en múltiples estados, gracias a fenómenos como el entrelazamiento cuántico. Esto permite un procesamiento mucho más poderoso, capaz de realizar simulaciones a una escala gigantesca. Sin embargo, su fragilidad y margen de error son retos importantes.
Aquí entra la IA como herramienta clave para optimizar sistemas cuánticos: desde la corrección de errores hasta la mejora en el manejo de algoritmos. A su vez, la computación cuántica puede potenciar a la IA, ayudándola a entender relaciones complejas en grandes volúmenes de datos de forma más eficiente.
IBM avanza en este campo con sus Quantum Centers for Computing, donde combina CPUs, GPUs y QPUs, integrados mediante IA para un funcionamiento conjunto. El objetivo es desarrollar una IA nativa para hardware cuántico, capaz de resolver problemas que hoy parecen imposibles, como mejorar la detección de fraudes o acelerar el descubrimiento de nuevos materiales.
La visión compartida por Faro representa una nueva etapa tecnológica: una sinergia entre IA y computación cuántica que está comenzando a transformar el presente y que, muy pronto, podría redefinir los límites de lo que la tecnología puede lograr.