Tito Fuentes, exintegrante de Molotov, reveló las secuelas físicas que enfrenta tras un prolongado proceso de recuperación marcado por 11 cirugías, coma inducido y el descuido de su salud mental y emocional.
El músico mexicano, conocido por ser guitarrista y vocalista de la banda, compartió recientemente en sus redes sociales una imagen que muestra los efectos de los procedimientos quirúrgicos a los que fue sometido. Según explicó, estas intervenciones fueron consecuencia de años de adicciones y del abandono de su bienestar emocional.
En la fotografía publicada por Fuentes se observa una cicatriz notable que atraviesa su nariz y mejilla, evidencia del trabajo reconstructivo necesario para reparar el daño provocado por el consumo prolongado de sustancias.
“Esta imagen fue tomada hace un año, justo después de la primera de una docena de cirugías, las cuales, debo admitir, arruiné de la uno a la diez”, escribió el músico.
Tito aclaró que no todo se debió al consumo de drogas, sino también a un profundo deterioro emocional:
“Me dicen que me destruí la cara por la drogadicción, la nariz, la voz, la garganta, la carrera... (no es cierto, lol. O no me llega nada negativo o no lo leo, ja)”, comentó, con un toque de humor que no oculta la seriedad de su historia.
En entrevistas recientes, Fuentes relató que su recuperación lo obligó a alejarse por completo de los escenarios, de su banda y de los hábitos tóxicos que lo acompañaron durante más de 30 años. Tras una cirugía fallida, su estado se volvió crítico, y tuvo que ser inducido a un coma por casi tres días. Este episodio marcó un punto de quiebre y lo impulsó a iniciar una transformación profunda en su vida.
El músico también habló sobre los factores que lo llevaron a tocar fondo, incluyendo la pérdida de sus padres y la presión constante del medio artístico. Además del consumo de drogas y alcohol, confesó haber desarrollado una fuerte adicción al azúcar, lo que agravó aún más su deterioro físico.
Actualmente, Tito Fuentes se encuentra enfocado en su proceso de sanación, mediante terapia psicológica y un alejamiento temporal de la música, con el objetivo de reconstruirse tanto por dentro como por fuera.