La Academia de Cine de España ha dado un paso importante hacia la regulación del uso de la inteligencia artificial (IA) en la industria cinematográfica al incluir nuevas normas en las bases de participación para la 40.ª edición de los Premios Goya, que se celebrará el próximo año en Barcelona.
Estas reglas establecen que solo podrán competir aquellas películas cuyos elementos artísticos y técnicos hayan sido concebidos y dirigidos por “personas físicas identificables”, con el objetivo de preservar la autoría humana en el proceso creativo.
Aunque la Academia no prohíbe el uso de IA, sí limita su aplicación a funciones de apoyo o asistencia dentro del proceso de desarrollo de una obra. En ningún caso podrá sustituir de forma integral o mayoritaria la participación creativa humana.
Además, las producciones que integren herramientas de inteligencia artificial deberán declararlo al momento de su inscripción, especificando qué tipo de tecnologías se usaron, en qué fases del proyecto se aplicaron y cuál fue el grado de implicación humana.
Una comisión técnica se encargará de revisar esta información y, en caso de detectar una vulneración al principio de autoría humana, la película podría ser descalificada de la competencia.
Esta iniciativa marca un precedente dentro de la industria del entretenimiento, ya que, aunque entidades como la Academia de Hollywood han manifestado su inquietud por el impacto de la IA en la creación de guiones, animaciones y efectos visuales, aún no existen normas claras al respecto.
Por su parte, los premios BAFTA también han comenzado a debatir el papel de estas herramientas en la creatividad y equidad de las producciones.
En lugares como Estados Unidos y México, los sindicatos de actores y locutores han exigido medidas que protejan sus derechos ante el creciente uso de IA, especialmente en lo relacionado con la clonación de voz, imagen y otras formas de suplantación digital.
Con esta decisión, la Academia de Cine española se posiciona como una de las primeras instituciones en establecer lineamientos claros sobre el uso responsable de la inteligencia artificial, buscando equilibrar la innovación tecnológica con la protección del trabajo creativo humano.