El último concierto de Black Sabbath no solo significó el cierre de una era para la historia del heavy metal, sino también el inicio de un nuevo capítulo en la vida de la familia Osbourne.
Durante la emotiva presentación en Villa Park, Birmingham, Kelly Osbourne, hija de Ozzy Osbourne, recibió una propuesta de matrimonio que tomó por sorpresa a todos los presentes.
La inesperada propuesta ocurrió mientras el público celebraba la trayectoria de Ozzy Osbourne, quien, a sus 76 años y enfrentando complicaciones de salud, ofrecía su último show junto a la legendaria banda que fundó en 1968.
En ese ambiente cargado de nostalgia, Sid Wilson —integrante de Slipknot y pareja de Kelly— se arrodilló ante ella para pedirle matrimonio, desatando la emoción entre los asistentes.
En un video que circula en redes, se puede escuchar a Sid declararle su amor con las palabras: “Kelly, sabes que te amo más que a nada en el mundo”, justo antes de hacer la pregunta.
La tensión se rompió por un instante cuando Ozzy, fiel a su irreverente sentido del humor, intervino bromeando: “¡Vete al carajo, no vas a casarte con mi hija!”. El comentario provocó risas entre los testigos, incluida Sharon Osbourne, madre de Kelly, y la propia novia, quien emocionada aceptó la propuesta.
Kelly Osbourne y Sid Wilson se conocen desde 1999, cuando coincidieron por primera vez en el Ozzfest, festival organizado por la familia Osbourne. Aunque su relación comenzó como una amistad dentro de la escena del metal, fue en 2022 cuando confirmaron públicamente su romance.
Ese mismo año se convirtieron en padres de Sidney George, su hijo y la mayor motivación de la pareja.
El compromiso sumó un momento profundamente personal a una noche histórica que reunió a miles de fanáticos para rendir homenaje al legado de Black Sabbath. El concierto, titulado “Back to the Beginning: Ozzy’s Final Bow”, tuvo una duración de 10 horas y marcó el adiós definitivo de Ozzy Osbourne a los escenarios, mientras dejaba un recuerdo imborrable no solo para sus seguidores, sino también para su propia familia.
Así, en una velada que celebró el cierre de una era para el heavy metal, la familia Osbourne vivió también un nuevo comienzo: Kelly y Sid, dos nombres ligados a la historia del metal, sellaron su promesa de futuro en medio de uno de los conciertos más significativos de todos los tiempos.