Tras la reciente elección del nuevo Papa, el cardenal Vincent Nichols, líder de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales, ofreció detalles sobre cómo fue realmente el proceso del cónclave en Roma, desmarcándolo de la tensión política y el drama retratados en la película Cónclave, estrenada meses antes del evento.
Nichols, quien participó por primera vez en este tipo de votación, describió el ambiente dentro del cónclave como “fraternal” y profundamente espiritual, en contraste con la trama del filme protagonizado por Ralph Fiennes, que imagina un escenario lleno de intrigas, alianzas secretas y presiones políticas dentro de la Capilla Sixtina.
“Fue más como un retiro espiritual que cualquier otra cosa”
Declaró el cardenal en una rueda de prensa celebrada al día siguiente del anuncio del nuevo pontífice.
El filme, basado en la novela de Robert Harris, se centra en los conflictos internos del Colegio de Cardenales durante la elección de un nuevo Papa. Con un elenco estelar que incluye a Isabella Rossellini, Stanley Tucci y John Lithgow, la película fue aclamada por la crítica y obtuvo cuatro premios BAFTA, incluyendo mejor película británica y mejor guión adaptado, además de un Oscar para el guionista Peter Straughan.
No obstante, Nichols aseguró que la realidad fue muy distinta. Según sus palabras, no hubo señales de manipulación política ni de campañas internas para favorecer a ciertos candidatos.
“Entraba a cada comida y me sentaba donde había una silla libre, junto a quien fuera. No vi grupos de presión ni gente intentando influir”, afirmó.
También recalcó que no percibió rivalidades ni tensiones entre los cardenales durante los días que pasaron reunidos en la casa de huéspedes de Santa Marta, donde permanecen aislados mientras deliberan.El cardenal británico subrayó el valor espiritual del encuentro, destacando que se vivió en un ambiente de oración y respeto mutuo.
“Había una sensación de que había algo así como un espacio sagrado y dentro de ese espacio era posible, a un nivel muy profundo, simplemente ser yo mismo. Me resultó difícil dejarlo atrás”, compartió.
Aunque el secreto que rodea al cónclave impide conocer detalles específicos sobre las votaciones y las deliberaciones, las palabras de Nichols ofrecen una imagen muy distinta a la del cine: un proceso marcado por la fe, la unidad y la serenidad, más que por el conflicto o las estrategias ocultas. Con ello, subraya también la importancia de diferenciar entre la ficción dramática y la realidad de uno de los eventos más solemnes y significativos para la Iglesia católica.