Durante décadas, se pensó que el hielo que flota en el espacio profundo era totalmente amorfo, es decir, sin un orden interno. Sin embargo, un estudio reciente publicado en Physical Review B revela que esta forma de agua, la más común en el universo, en realidad contiene diminutas estructuras cristalinas ocultas dentro de su aparente desorden.

Investigadores del University College London y la Universidad de Cambridge llegaron a esta conclusión tras combinar simulaciones por computadora con experimentos en laboratorio que imitaron el ambiente espacial, manteniendo el hielo a -120°C.

Los resultados mostraron que alrededor del 20% de este "hielo amorfo" conserva una organización interna a escala nanométrica, algo que se creía imposible en esas condiciones extremas.

“Estos nanocristales aparecen incluso en condiciones extremas donde teóricamente no deberían formarse”, explicó el físico Michael Benedict Davies en declaraciones a Science Alert.

El descubrimiento se hizo al observar cómo el hielo reacciona al calentarse, lo que permitió detectar patrones atómicos ordenados que contradecían la idea de un material completamente desorganizado.

Este hallazgo no solo transforma la comprensión de cómo se forman los planetas y cómo se mueve la materia en el espacio, sino que también tiene implicaciones prácticas en la Tierra.

"Si eliminamos estos nanocristales inadvertidos, podríamos revolucionar tecnologías de transmisión de datos", señaló el químico Christoph Salzmann.

En conjunto, el estudio abre nuevas posibilidades para explorar la naturaleza de la materia en entornos extremos, desde las profundidades del universo hasta tecnologías del día a día.