Un misterioso fenómeno captado bajo el hielo de la Antártida intriga a la comunidad científica. Se trata de señales de ondas de radio que parecen desafiar las leyes conocidas de la física de partículas, detectadas por el experimento ANITA de la NASA entre 2006 y 2016.
Estas señales surgieron mientras los investigadores buscaban neutrinos, partículas subatómicas de alta energía que atraviesan la materia sin alterarla. Sin embargo, las ondas detectadas no encajan con el comportamiento típico de los neutrinos, ya que parecían haber atravesado toda la Tierra desde ángulos demasiado profundos, algo considerado imposible según el Modelo Estándar de la física.
Otros observatorios como el Pierre Auger en Argentina y el experimento IceCube en el Polo Sur intentaron hallar señales similares, sin éxito. Esto indica que las anomalías podrían no ser neutrinos, aunque su origen sigue siendo un misterio.
Una posible explicación, aún poco probable, es que se trate de neutrinos tau, capaces de regenerarse, aunque las señales detectadas presentan ángulos demasiado pronunciados para esa hipótesis.
Para resolver el enigma, científicos desarrollan un nuevo experimento: el detector PUEO, que sobrevolará la Antártida en diciembre y será diez veces más sensible que ANITA. Los investigadores esperan que este instrumento permita aclarar si las señales fueron simples coincidencias, errores de interpretación o, quizás, indicios de una nueva física aún por descubrir.