Un estudio conjunto entre instituciones científicas del Reino Unido y Estados Unidos reveló que la acidificación de los océanos cruzó su límite planetario en 2019.
Esta conclusión se basa en análisis de datos históricos y recientes que muestran un aumento alarmante en la absorción de dióxido de carbono (CO₂) por parte del océano, lo que está alterando seriamente su equilibrio químico.
La investigación, realizada por el Laboratorio Marino de Plymouth, la NOAA y la Universidad Estatal de Oregón, señala que las aguas profundas, a más de 200 metros, presentan las condiciones más preocupantes.
En esas zonas, un 60% ya ha superado el umbral de seguridad. Estas regiones son clave, ya que albergan una gran parte de la biodiversidad marina.
Según la profesora Helen Findlay, coautora del estudio, los cambios en estos ecosistemas afectan directamente a toda la cadena alimentaria.
Foto: Alcaidesa Marina
El descenso del pH marino está debilitando las estructuras de organismos calcáreos como los corales y las mariposas marinas, lo que pone en riesgo los arrecifes que sirven de refugio y criadero para muchas especies pesqueras esenciales.
Steve Widdicombe, copresidente de la Red Mundial de Observación de la Acidificación Oceánica, describió esta situación como una “crisis ambiental acumulativa” que requiere medidas urgentes.
Aunque los científicos insisten en que la reducción de emisiones de CO₂ es la prioridad, también subrayan la importancia de adoptar soluciones locales para mitigar los impactos.
Jessie Turner, de la Alianza Internacional para Combatir la Acidificación Oceánica, afirmó que los resultados del estudio refuerzan la necesidad de actuar de inmediato.
Este informe se da a conocer en un contexto clave, mientras líderes internacionales discuten nuevas políticas climáticas.