El Telescopio Solar Daniel K. Inouye, operado por la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF), logró captar imágenes sin precedentes de la superficie solar, revelando estructuras tan pequeñas como 20 kilómetros de ancho, comparables al largo de la isla de Manhattan.
Estas "cortinas" de plasma, impulsadas por fluctuaciones magnéticas, ofrecen nuevos detalles sobre la dinámica del Sol.
El estudio, publicado en The Astrophysical Journal Letters, demostró la capacidad del telescopio para analizar variaciones extremadamente finas en el campo magnético solar.
"Por primera vez, observamos la superficie del Sol con una resolución espacial de 20 kilómetros, algo imposible hasta ahora", explicó David Kuridze, astrónomo del Observatorio Solar Nacional (NSO)
Las imágenes mostraron estrías en los bordes de los gránulos solares —burbujas de plasma causadas por convección—, donde el brillo u oscuridad de las franjas dependió directamente de la intensidad del campo magnético. Cuando el campo era más débil, las estructuras se veían más oscuras, un detalle que las simulaciones físicas confirmaron.
Imagen: NSO/AURA/NSF
Han Uitenbroek, coautor del estudio, destacó que estos hallazgos ayudan a entender el magnetismo en otros objetos astrofísicos, como nubes moleculares distantes.
"La alta resolución del Inouye, combinada con modelos teóricos, nos permite estudiar fenómenos magnéticos en escalas nunca antes accesibles", afirmó, según reportó Science Alert
El telescopio, que inició operaciones científicas en 2022, promete seguir revolucionando la física solar.
Sus datos ya contribuyen a descifrar eventos como manchas solares y erupciones, cuyos efectos pueden impactar las comunicaciones y redes eléctricas en la Tierra.
"Este es solo el comienzo", señaló David Boboltz, también del NSO. "El Inouye no solo redefine lo que sabemos sobre el Sol, sino que también mejora nuestra capacidad para predecir fenómenos espaciales que afectan la tecnología moderna".