Un estudio reciente publicado en Nature Communications revela que los humanos utilizaron huesos de ballenas para fabricar herramientas hace aproximadamente entre 19,000 y 20,000 años.
Las ballenas, animales más grandes del planeta y fuente importante de alimento y recursos como aceite y huesos, habrían sido clave para la supervivencia de grupos humanos costeros.
La investigación, liderada por Jean-Marc Pétillon (CNRS) y Krista McGrath (ICTA-UAB), analizó 83 herramientas óseas de yacimientos en el golfo de Vizcaya, España, y 90 huesos de la cueva de Santa Catalina, también en Vizcaya.
Utilizando espectrometría de masas y datación por radiocarbono, lograron identificar tanto la antigüedad como las especies de las muestras.
"Nuestro estudio revela que los huesos pertenecían al menos a cinco especies de grandes ballenas, y los más antiguos datan de hace aproximadamente entre 19.000 y 20.000 años. Estos huesos son algunas de las evidencias más antiguas conocidas del uso humano de restos de ballena como herramientas", afirma Jean-Marc Pétillon.
Imagen ilustrativa tomada de Vista al Mar
Por su parte, Krista McGrath señala que "ZooMS es una técnica muy potente para investigar la diversidad pasada de mamíferos marinos, especialmente cuando faltan elementos morfométricos diagnósticos en los restos y objetos óseos, algo común en los artefactos fabricados con huesos".
"Logramos identificar especies como el cachalote, la ballena común y la ballena azul (todas ellas aún presentes en el golfo de Vizcaya hoy en día), así como la ballena gris, una especie ahora mayoritariamente restringida al Pacífico norte y los océanos Árticos", agregó.
Además, el análisis químico de los huesos sugiere que las ballenas antiguas tenían hábitos alimenticios ligeramente diferentes a los de sus equivalentes actuales, indicando posibles cambios en su comportamiento o en el entorno marino.
Este hallazgo no solo aporta nueva información sobre la relación entre humanos y ballenas en tiempos prehistóricos, sino que también ofrece una mejor comprensión del papel que estas enormes criaturas desempeñaron en los ecosistemas del pasado.
Se hallaron gran cantidad de estos huesos en parte de Europa Foto: Jean-Marc Pétillon