Vega tomó posesión del cargo el 27 de septiembre del año pasado, heredando vicios que no pudo o no quiso combatir su antecesor, Rogelio Sánchez Gatica, hoy convertido en consejero jurídico de la administración cuernavaquense.
El ex procurador general de Justicia apenas consiguió (seis días antes de su salida) el cese de 88 policías metropolitanos reprobados en los exámenes de control y confianza aplicados por el Instituto de Evaluación y Certificación de Morelos, a cargo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, cuyo secretario ejecutivo es el coronel José Herrera Chávez. Pero dejó pendientes delicados asuntos, que en algunos medios de comunicación se le hicieron saber. Este columnista y varios reporteros de diarios locales le expusimos la gravedad de no extirpar “células” infiltradas por el crimen organizado en la Policía Preventiva Metropolitana, mismas que lograron sortear la crisis generada por la aprehensión de Francisco Sánchez González, ex secretario de Seguridad Pública y Tránsito Metropolitano, a mediados de mayo de 2009. Y ahí están las consecuencias.
El secuestro de un ciudadano suizo con residencia en Cuernavaca, ocurrido a mediados de diciembre de 2010, fue el suceso que detonó anteayer otra crisis al interior de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano, dependencia en la cual se perciben cambios positivos desde que Vega Chavaje asumió el mando. Sin embargo, la captura de cuatro policías rasos presuntamente al servicio de bandas delincuenciales, en el contexto de indagatorias ejecutadas por la Secretaría de la Defensa Nacional, no tiene por qué colocar al titular de la SPYAC como el pagano de los platos rotos. Para nada. Empero, sería un error garrafal la tolerancia a cualquier síntoma de una extendida o renovada infiltración del hampa y mucho menos meter las manos al fuego por el director general de la Policía Preventiva Metropolitana, Juan Bosco Castañeda Linares, cuestionado por el Ejército por su proceder en dichas pesquisas.
Vega Chavaje, con el apoyo de Manuel Martínez Garrigós, necesita rascar en los intrincados vericuetos de la corporación y aplicar de nuevo la cirugía mayor con más exámenes de control y confianza solicitados de forma extraordinaria al gobierno federal y estatal. Insisto: no tiene por qué pagar los platos rotos de administraciones anteriores cuya principal característica fue el encubrimiento. A ver.
Cambiando de tema diré que el mencionado José Herrera Chávez y el procurador Pedro Luis Benítez Vélez participaron ayer en el Foro Internacional 2011 "Pensar el Futuro: la Prevención que México Necesita", a convocatoria del Centro Nacional de Prevención del Delito y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación, cuyo acto inaugural corrió a cargo de la presidenta nacional del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Margarita Zavala.
Tocante a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, ayer hubo cambios. Martha Patricia Alegría Loyola sustituye a Rafael Rivera Ruiz en la Subsecretaría de Coordinación y Desarrollo Administrativo; Evelia Flores Hernández ocupará la Dirección General de Ejecución de Medidas para Adolescentes en substitución de Samuel Su Robles; y Ernesto Martín del Campo González asumió la Dirección General de Participación Ciudadana en remplazo de Gloria García Luna. Los nombramientos, si se deja ayudar, otorgarán oxigenación al titular de la SSP, Gastón Menchaca Arias, quien (junto con Pedro Luis Benítez Vélez) deberá comparecer en la primera semana de febrero ante el Congreso local, una vez iniciado el nuevo periodo ordinario de sesiones. A ver.
Anoten ustedes el nombre del maestro Alonso Lujambio Irazábal como un fuerte prospecto a la presidencia de la República a nombre del Partido Acción Nacional. Nacido en la Ciudad de México el 2 de septiembre de 1962, el secretario de Educación Pública marca una gran diferencia entre el “político profesional” (mayormente repudiado ya por la sociedad mexicana) y los políticos emergidos de la sociedad civil organizada. Ayer tuve la oportunidad de escucharlo en varios foros, durante una gira por Morelos, y la verdad es que sorprende el dominio proyectado con relación a un problema estructural de nuestro país: la educación en todos sus niveles. En otra ocasión me referiré a su abultado curriculum, donde se plasma una destacada trayectoria en los sectores académico y público. Aquí y ahora me parece que Enrique Peña Nieto, gobernador mexiquense, no soportaría un debate con el titular de la SEP quien, por otro lado, también supera el supuesto discurso sobre teoría del estado esgrimido por Manlio Fabio Beltrones, líder senatorial. A ver.