Graco Ramírez Garrido Abreu concedió una entrevista a su amigo Ciro Gómez Leyva, en la que apareció relajado, presumiendo su gobierno como uno de los mejores. “¿Hoy qué vemos? Un México más violento, un Morelos más violento. Estamos ante una situación terrible no sé cómo AMLO no lo ve”.
Es fácil hablar “a toro pasado”. El astuto ex gobernador de Morelos omite mencionar que en 2012 los dos tabasqueños hicieron un pacto “por conveniencia” para ir juntos en las votaciones. La fama de López Obrador llevó a Graco a la Gubernatura de Morelos, pero como aquel perdió con Enrique Peña Nieto, al nuevo gobernador de Morelos le resultó más productivo convertirse en el mejor aplaudidor del presidente en turno a cambio de millones de pesos con los que instituyó su proyecto “estrella”: las becas salario.
A pesar de su traición, López Obrador nunca ha denostado a su paisano. Muchos creemos que alguna vez hicieron un “pacto de no agresión”, pues ambos se conocen muy bien su pasado. Recordamos que en alguna de sus visitas a Morelos durante el sexenio de Graco, cuando en sus discursos despotricaba contra medio mundo, cuando pronunció el nombre del gobernador todos esperábamos que lo hiciera pedazos, pero no. Se limitó a decir: “Qué bueno que se fue”.
Ahora, en los días recientes, ya como presidente de la República, AMLO también se la perdonó a su paisano. Se limitó a decir que Cuauhtémoc Blanco es muchísimo mejor gobernador que Graco Ramírez Garrido, “así de claro, porque si no, nos andamos por las ramas. Que, por cierto, todavía Graco anda muy activo (…) y queriendo decidir”.
Hábil y astuto como siempre, Graco aprovechó la alusión para pedir tiempo aire con Ciro, su gran amigo desde hace varias décadas y uno de los más beneficiados durante su sexenio. El colmo fue que no acudió solo, sino con el que fuera su fiscal, Javier Pérez Durón, quien dio algunos datos sobre asuntos resueltos. Lo que no dijo Graco es que Pérez Durón viene siendo su sobrino político, pariente de Olga Durón, su ex esposa a la que metió en la nómina como directora del Sistema Morelense de Radio y Televisión.
Cualquiera que haya visto la participación de Graco Ramírez y su fiscal en el programa de Ciro Gómez Leyva el pasado viernes, se quedó con la idea de que durante los seis años que gobernó el tabasqueño, todo fue “miel sobre hojuelas” en Morelos, casi casi un paraíso.
Pero nada más alejado de la realidad. Para demostrarlo está nuestra hemeroteca personal, así que “al azar” tomamos una revista y un periódico.
La revista se llama “Sin Línea”, septiembre de 2013, viene un reportaje escrito por Justino Miranda en el que rememora el primer año de su sexenio, cuando los empresarios definían ese lapso de tiempo con una sola palabra: “miedo”.
Uno de los entrevistados era Juan Carlos Salgado Ponce, entonces presidente del Consejo Coordinador Empresarial, quien recuerda que en una reunión con el gobernador Graco Ramírez le plantearon solicitar ayuda al gobierno federal porque el número de elementos que tiene el estado no podía hacer frente al crimen organizado.
Incluso, dice Salgado Ponce, la CCE le ofreció apoyo del empresariado nacional, “pero de manera cínica y provocativa, el secretario de Gobierno (Jorge Messeguer Guillén) declaró al otro día que no solicitaría el apoyo de las fuerzas federales”.
La crisis anímica del empresariado morelense fue secundada por el presidente de la Confederación Patronal Mexicana, cuyo representante en Morelos, Juan Pablo Rivera Palau, declaró que los secuestros generan un clima de miedo en el estado e inhibe la inversión.
“El estado ha hecho un esfuerzo con la Policía de Mando Único pero al final lo que cuenta son los resultados y lo medimos. Hoy nadie puede negar que gran parte de la sociedad y los empresarios tienen miedo”, declaró en aquel momento el propietario de una de las más importantes empresas productoras de concreto en la entidad, y sobrino del ex gobernador Felipe Rivera Crespo.
Ahora viene el periódico. Es “El Financiero” y es una nota escrita por su entonces corresponsal, Jesús Castillo, de fecha 17 de agosto de 2016 bajo el título de “Con marcha, 100 mil exigen que Graco deje la Gubernatura de Morelos”.
En el cuerpo de la nota se dice que “en un hecho sin precedentes, alrededor de 14 mil personas, de acuerdo con el gobierno de Morelos —100 mil según los organizadores— marcharon ayer en las tres principales ciudades de la entidad para pedir la salida del gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu. Lo acusan de haber duplicado la deuda del gobierno, de haber fracasado con su proyecto de Mando Único contra la inseguridad y de atentar contra la autonomía de la Universidad del Estado”.
Y es que —además del apoyo de Andrés Manuel López Obrador— Graco Ramírez había ganado en las urnas con una oferta que no tenía pierde: terminar con la delincuencia en un año y medio, y convocar a una consulta ciudadana a los dos años para saber si la gente quería que se fuera. No cumplió ni lo uno ni lo otro.
Ahora regresa tan campante como si hubiera sido el mejor gobernador de este estado; sin un solo proceso penal en su contra, pero eso es porque supo controlar al Congreso Local e imponer a un fiscal general, y a un fiscal anticorrupción, que dieran largas a las denuncias presentadas por la actual administración, hasta que éstas prescribieran.
Y no cabe duda que el presidente tiene oídos por todos lados y de todo se entera. Por eso comentó lo de Graco y su regreso para tratar de influir en las decisiones del llamado Frente Amplio por México.
Ya nos habían comentado que Xóchitl Gálvez estuvo con Graco Ramírez en “El Faisán” ese día que vino, y lo confirmó en su entrevista con Ciro al hablar de la candidata opositora a Morena. “La conocí y me dejó una magnífica impresión por ser una mujer genuina, auténtica”, explicó sobre el encuentro con Xóchitl Gálvez, quien ha sido señalada por López Obrador en repetidas ocasiones durante la conferencia matutina.
Con todo esto se confirma lo que pronosticábamos nosotros la semana pasada en esta columna: que entre Graco y Marco Adame definirán al candidato o la candidata del PRIANRD a la Gubernatura para el 2024.
HASTA MAÑANA.
