Las recientes reformas legales en materia de agua impactan la producción agrícola en el país, advierten organizaciones campesinas, que señalan la “traición” a los productores mexicanos por parte del oficialismo.
Las enmiendas legales conceden a la autoridad federal el control político sobre el agua en el escenario agrario, en una apertura al despojo y a la centralización, sin poner remedio a los grandes problemas en la infraestructura hidráulica nacional.
El agua y la tierra están en controversia en una lucha que apenas comienza y que pone en peligro la propiedad, según lo avisan los agricultores.
El campo es un sector estratégico en la vida productiva de México y la confrontación ahonda la polarización sociopolítica que vive el país.
