El secretario de Agricultura federal, Julio Berdegué, aceptó que debido a la sobreproducción nacional y global de maíz blanco, se enfrenta una importante disminución en el precio por tonelada de este grano básico, que —incluso— no cubre los costos de producción de muchos pequeños productores mexicanos.
Sin embargo, únicamente ha logrado alcanzar acuerdos con productores en tres estados de la república, que sin bien forman parte de los cinco que lideran la producción de maíz a nivel nacional, también debe voltear a ver a aquellos que se manifiestan en otras entidades, que aunque no producen grandes volúmenes, sí se trata de familias que ven mermado su ingreso.
En un contexto en el que desde el gobierno federal se han impulsado programas como “Sin maíz no hay país”, que reconoce la importancia de preservar su producción a nivel nacional, sería contradictorio dejar fuera de los acuerdos a estados sólo porque sus volúmenes son menores.
Los manifestantes, por su parte, también deben entender algo: y es que desde la pasada administración federal se tiene la encomienda de que la atención y los apoyos se dan de manera personal, y no a través de las organizaciones, por lo que bien harían en adecuar sus estrategias para no afectar a sus agremiados.
