La adopción del uso de dispositivos móviles a nuestras actividades cotidianas ha tenido repercusiones en todos los sentidos y su aplicación en el ámbito escolar ya ha generado debates encontrados entre los estudiosos del tema.
Mientras algunos defienden que su incorporación a las actividades académicas ha sido benéfica (pues permiten utilizar herramientas novedosas que enriquecen el proceso de enseñanza-aprendizaje), otros refutan que la distracción a la que están sometidos los estudiantes se sobrepone a cualquier beneficio.
Según la Unesco, en 79 naciones ya se han implementado medidas para limitar el uso de celulares en escuelas, mientras que en México varios estados, y de diversas formas, han buscado regular esta práctica.
Morelos recientemente se sumó a la controversia, pues pretende limitar su uso para el próximo ciclo escolar, atendiendo la advertencia de profesores que refieren una gran distracción por parte del alumnado y también atendiendo el grave daño que estos dispositivos causan a la vista.