Con bombo y platillo, y en el marco de una fecha como el 1 de mayo, se anunció ayer el inicio de lo que será el proceso para consensuar la reducción de la jornada laboral a 40 horas a la semana.
Se trata del compromiso número 60 de los cien que realizó la presidenta Claudia Sheinbaum al inicio de su administración, que esperan quede consumado para enero de 2030, es decir, pocos meses antes de que concluya su gobierno.
El camino no es fácil, pues tendrán que convencer al sector empresarial, pero también tiene diversos senderos por los que podría caminar esta propuesta, antes de llegar a las reformas legales.
Algunas empresas ya están barajando opciones para cumplir con esta petición, y lo harían otorgando un día más de descanso a la semana a su personal, medida que pretenden mantener únicamente por un año.