En los cursos de microeconomía se enseña que una determinante fundamental de la oferta lo constituye el costo de producción sin importar el producto de que se trate, sea éste legal o ilegal. De tal manera que si gana el sí, es de resaltar que para fines medicinales ya está legalizada, sucederá lo siguiente:

Los agricultores ya no tendrán que invertir tanto tiempo y recursos para obtener las licencias o permisos para la producción o traslado.

Se podrán tener plantaciones extensivas iguales a las del tabaco, lo que hará disminuir el costo de producción por unidad, entiéndase por kilogramo.

Podrá haber gasto en investigación científica en centros perfectamente montados para mejorar el rendimiento, tanto por arbusto como por hectárea.

Más productores se podrán de dedicar a producirla ya que desaparecería el riesgo de enfrentar problemas legales, como ahora sucede cuando no se respeta la reglamentación o limitantes que establece la ley en el caso de la producción para fines medicinales, o, peor aún, cuando se planta sin el permiso de algún condado californiano autorizado para emitirlo.

Por las razones ya expuestas, disminuirá el costo de producción, haciendo de la mariguana un producto agrícola más como lo fue hasta principios del siglo veinte, similar al tabaco, la canela o el orégano. De tal manera que el gasto en cuidado, vigilancia y protección bajará, lo que a su vez provocará una disminución aún mayor en los costos de producción.

Es de esperarse una disminución en los costos de producción y, por ende, un menor precio en el mercado.

Por el lado de la demanda, las cosas no son tan claras como algunos por desconocimiento o de plano mala fe quieren hacerlo ver, ya que si bien al legalizar un producto se podría argumentar que más personas estarán dispuestas a consumirlo, particularmente los jóvenes, la respuesta no es tan sencilla, ya que hay mucho elementos que influyen, como son los gustos o preferencias, la moda, el precio de los bienes sustitutos o complementarios –precio de otras drogas ilegales, del tabaco o medicamentos legales con efectos similares a la mariguana– y uno de capital importancia y que no se menciona es la elasticidad al precio –aumento en el consumo porque el precio baja-.

La experiencia internacional no ratifica el incremento en el consumo porque se legaliza. En Portugal se legalizó y no se incrementó, en Holanda tiene tiempo siendo legal y tampoco se disparó su uso, es más, el porcentaje de consumidores en los países vecinos como Francia, Alemania o Inglaterra es mayor al que registra la sociedad holandesa. En nuestro país hace tiempo se despenalizó su consumo y hace dos años se estableció la dosis permitida y no he conocido ni he sabido de nadie que diga que empezó a fumarla porque ya cambio la ley; en cambio, sí hay casos que la probaron porque les llamó la atención que fuera ilegal.

Una política pública permanente y basada en información científica es más efectiva para disuadir el consumo de productos dañinos para la sociedad. Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco provoca 147 muertes diarias en México y desde hace años hay una campaña que lo asocia con cáncer, mal aliento e impotencia, de tal manera que ha empezado a disminuir su consumo y además se tiene la herramienta impositiva que permite recaudar e influir en el precio final a los consumidores en un mercado legal.

En conclusión, si se legaliza la mariguana en California, veremos caer su precio y México se convertirá en importador de ese producto que será de mejor calidad y menor precio, y como tristemente sucede con el comercio de armas, ellos amparados en su segunda enmienda constitucional, las producen, ganan dinero y generan empleos; mientras tanto, nosotros despedazamos nuestra economía, ponemos los muertos, las viudas, los huérfanos, los presos, la violencia, la crisis y una buena dosis de imbecilidad. Bueno, eso es lo que indica la ley de la oferta y la demanda y que se corrobora en la vida diaria, pero existen otras formas de proceder…

La vida es más llevadera con humor

En la época de la revolución mexicana, cuando los presidentes duraban sólo algunos días u horas, se cuenta que llegó al poder un general que quería quedarse pero la población le reclamaba por el desabasto y la inflación. Éste llamó a su ministro de Hacienda para preguntarle el por qué de tal situación, el funcionario le contestó con un dejo de temor y servilismo “es que usted sabe señor, la carestía y los precios altos de los productos de primera necesidad se deben a la ley de la oferta y la demanda”, a lo que el ambicioso presidente exclamó “me hubiese dicho antes para publicar un decreto derogando esa pinche ley de la oferta y la demanda”.

Se abarata el dólar a nivel mundial

Japón, Brasil y China implementan políticas monetarias para evitar una desmedida apreciación de su moneda, lo que afectaría a los productores locales, vía un incremento en las importaciones. Aquí, en cambio nos da gusto, y ni Hacienda ni BANXICO hacen nada, aunque estemos destruyendo al aparato productivo nacional. Con esas políticas públicas no vamos a llegar muy lejos y mucho menos vamos a generar lo empleos tan necesario para el país.

Estimados lectores hasta el próximo lunes.