El titular de la dependencia, Abel Hernández Guevara, refirió que luego de las inundaciones del año pasado en las localidades de Tehuixtla, Vicente Aranda y Chisco, se amplió un poco más el censo de la población que vive cerca de las orillas de los ríos.
“Cada año hacemos un censo y notificamos a las zonas de riesgo, para colocar etiquetas e identificar los domicilios que están en esas zonas”.
Deploró que a pesar de la restricción que se impuso de no meterse a nadar en el río Amacuzac en su paso por Tehuixtla, en el mes de abril de este año, la gente no atendió totalmente el llamado y se puso en riesgo.
“Yo tuve la experiencia de estar en el lugar, vi cómo las maquinas, al ir demoliendo (lo que quedó después de la inundación del año pasado) depositaron el material, varilla con clavos, madera a la orilla de lo que es el río, y nosotros consideramos que era una zona riesgosa; de hecho, previo a las vacaciones una persona se lastimó un pie. La gente hizo caso omiso, aunque nosotros dimos cumplimiento al artículo 10 de la Ley de Protección Civil para el estado de Morelos, que dice que debemos mantener informada a la población”.
Señaló que la restricción se mantiene, hasta que se hayan construido los gaviones que se tienen contemplados instalar para evitar más inundaciones, pues se va a crear un corredor turístico, pero seguro, sobre la ribera del río.
Destacó que en esa parte, donde hubo inundaciones importantes, se realizó el desalojo de los asentamientos irregulares.
Dijo que el año pasado se identificaron 774 familias en “zonas tibias”, lugares donde el agua puede llegar unos 30-50 centímetros de nivel de agua.
Señaló que este, como el año anterior, se les hará la notificación a estas familias, así como dejarles información acerca de qué hacer en caso de que se presente una contingencia, así como la ubicación de albergues, en caso necesario.