Julio Flores Domínguez, dirigente en el tricolor en el municipio, explicó que él mismo es un ejemplo de la situación que prevalece en el partido, ya que desde 2008 es dirigente y aunque su periodo se ha vencido ya, lo nombraron otra vez encargado del comité, lo que le ha traído inconformidad.
“En el mes de diciembre del año pasado, recibí el nombramiento de presidente provisional de la actual directiva estatal del PRI, dirigida por el licenciado (Jorge) Schiaffino. El directivo estatal no ha enviado una convocatoria para que haya cambios de comités directivos municipales en todo el estado. Ha habido algunos conflictos entre mis compañeros priistas conmigo, puesto que no he dejado la dirigencia, pero eso no es cosa de Julio Flores, es un asunto que compete directamente al directivo estatal”.
Reconoció que ha habido diferentes circunstancias al interior del partido que han retrasado los cambios desde hace años. “Situaciones de cambios de directivas en el estatal, donde hubo un comité y luego otro; ahorita tenemos la provisional que la dirige Schiaffino como delegado con funciones de presidente”.
En lo personal, prosiguió, creo que se ha creado una incertidumbre en diferentes comités directivos municipales, puesto que a veces ya no sabemos cuál es la línea a seguir. En Tlaquiltenango, continúo con el grupo que me apoya y algunos otros. Hemos tratado de trabajar en coordinación, sin embargo, ustedes conocen que los priistas somos celosos de lo que sentimos nuestro y hay celo político y nos ha costado mucho trabajo en Tlaquiltenango unir esas fuerzas políticas que nos permitan ser gobierno nuevamente”.
Refirió que de los 33 presidentes de comités directivos municipales, los únicos que quedan con nombramiento como presidentes provisionales son 10 en el estado, pero el resto han sido nombrados por la directiva estatal.
Dijo no estar “casado” con el puesto y esperar ya la convocatoria, pues su imagen ya está desgastada.
Apuntó que recientemente se aprobó un acuerdo para la renovación de los consejos políticos municipales y de ahí, el siguiente paso es la renovación de los comités municipales.
Admitió que aunque “es difícil de comentar”, recibe a “cuentagotas” el apoyo para mantener al comité en Tlaquiltenango. “Tuvimos alrededor de 18 meses que no nos daban completamente nada de apoyo para las actividades partidistas; la verdad hemos reclamado esa prestación pero de alguna forma no se nos ha dado. Hemos recibido el apoyo en algunas ocasiones solamente. Colaboramos con recursos económicos, puesto que el apoyo que dan, la verdad no alcanza, dan muy poquito. En Tlaquiltenango contamos con una oficina que es propia del partido pero en otros municipios ni siquiera tienen oficinas, están endrogados con la renta”.
También reconoció que han perdido credibilidad porque no han abanderado las causas sociales.