Guillermo Montiel Ávila, integrante del comité Pro Ambiente, señaló que luego del cambio de gobierno estatal y ahora con el cambio de gerente de la fábrica de azúcar, se siguen generando las mesas de trabajo para que el ingenio deje de contaminar. “El próximo 13 de diciembre tenemos un recorrido para ver sobre la ruta interna y de ahí agendar la próxima reunión de trabajo para seguir viendo el asunto de la reducción de la emisión de tizne hacia a la atmósfera por parte del ingenio”.
Rechazó que la contaminación al aire haya disminuido de manera importante en las últimas zafras, como lo declaró el exgerente de la fábrica, Rodolfo Villanueva Zalapa, sino que ahora se ha pulverizado más.
“La diferencia es que ahora el tizne es más fino, esa es la única diferencia. No podemos dar un porcentaje de disminución de la contaminación, porque ni ellos -los responsables del ingenio- lo tienen, lo que sí vemos nosotros diariamente, de manera empírica, que tenemos que seguir barriendo tizne, nada más que ahora es más fino y que consideramos que es el que más daña la salud”.
No obstante reconoció que las emisiones contaminantes al aire sí se han reducido, aunque no lo suficiente. “El año pasado todavía estaba trabajando la caldera número dos, la cual ya fue sacada de circulación por norma, y que era la que más aventaba bagazo, inclusive crudo; ya salió de circulación, ahora ya no cae tanto tizne o bagazo crudo a nuestra área, lo único que sí vemos que ha bajado es la intensidad, pero hace falta analizar y llegar a la conclusión de cómo realmente pongan a trabajar los lavadores de gases, para que así, como están haciendo con la caldera número uno que es la nueva y que vemos que en la chimenea grande sale puro vapor, de esa manera es como deben de salir las otras calderas”.
Dijo que aún no tienen un encuentro con el actual gerente de la fábrica, Ramiro Ochoa Zavala, por lo que no lo conocen todavía, pero insistirán ante él para que les muestre el proyecto ejecutivo del equipo instalado hace unos años, para saber realmente si las cosas se hicieron como se planearon o se hicieron de otro modo. “Exigimos que sea a un 95 por ciento la reducción de contaminantes, porque así lo informó el constructor de la caldera nueva; él decía que atrapaba el cien por ciento pero nosotros decimos que no vamos a ser tan exigentes, un cinco por ciento (menos) ya es aceptable, pero no ha sido logrado todavía”.