Margarita Castro Alarcón deploró que el llamado panteón nuevo sea un cementerio abandonado por las autoridades, al que no se le da mantenimiento –a pesar de que el ayuntamiento cobra- y es un criadero potencial del mosco del dengue porque en un sector del camposanto, las tumbas se inundan.

“El problema más grave es la proliferación de mosquitos del dengue, porque a la mayoría de las tumbas que todavía no se les han hecho monumentos, están anegadas de agua. Ayer venimos a sacar el agua de la tumba de mi hijo con una bomba y ahorita otra vez tiene más de metro y medio de agua”.

Señaló que el problema de las tumbas inundadas se dio desde hace una semana, motivo por el cual se reunieron con las autoridades municipales, quienes ofrecieron corregirlo. “Vinieron los regidores, el de obras y quedamos de que le iban a dar solución a toda la problemática que hay, que iba arreglar la barda (por donde escurre el agua) y no hay nada, no hay respuesta de las autoridades”.

Refirió que se entrevistaron con el regidor de servicios públicos, Antonio Guerrero, quien se comprometió a que en 15 días iba a estar resuelto el problema y no ha sido así. “Cómo podemos respetar a una autoridad que no tiene palabra, o sea un hombre se debe de distinguir por cumplir su palabra; si no, no es hombre”.

Destacó que ante la falta de respuesta, acudirán a la Secretaría de Salud, ya que al inundarse las tumbas, las vacían con bomba, pero el agua se esparce por el cementerio, lo que puede provocar un riesgo a la salud, lo mismo que la proliferación del mosco del dengue.

“Vamos a solicitar a salubridad que venga a ver cómo está esto y vamos a exigir que den mantenimiento al panteón”.

Por su parte, Estela Mondragón Ayala comentó que no es digno de las personas que están enterradas que se llenen de agua. “Aunque ya no sientan, como dicen algunas personas, pero nosotros sí sentimos porque fueron nuestros familiares, los amamos. Yo sí pido justicia, que nos hagan caso, somos muchas personas las que estamos en ese mismo problema”.

“Nos dan ganas de llorar, de gritar e ir inmediatamente que nos hicieran caso, porque ese es un sentimiento que se trae dentro y solamente el familiar de la persona que está en esas circunstancias lo podemos sentir”, concluyó.