El 2025 será bueno para la siembra si se mantienen las lluvias, considera Jesús Solís, líder de los arroceros de la región sur.
Jojutla. De acuerdo con Jesús Solís Alvarado, presidente de los arroceros de la región sur de Morelos, este año será bueno para la siembra en la entidad, si se mantienen las lluvias.
Fue todo el mes de junio para trasplantar porque, después de esa fecha, ya no jala igual el arroz.
En todo el estado de Morelos se siembran aproximadamente 220 o 240 hectáreas, incluyendo a Jojutla, en donde se cultivan unas 40 hectáreas.
Se produce un promedio de 10 toneladas por hectárea y 2 mil 500 toneladas en todo el estado.
Solo se realiza una cosecha al año. Es decir, en el ciclo primavera-verano, que empieza en abril y termina en junio o julio, y después siguen los demás procesos hasta la cosecha en octubre.
El líder arrocero dijo que, en síntesis, para el cultivo de arroz, primero hay que poner el almácigo, los barbechos, luego la bordada, el trasplante, la pajareada y la cosecha. En lo que sale el almácigo es un mes o cinco semanas. Desde que se trasplanta hasta que se cosecha son cuatro meses y una semana, 120 o 125 días, más o menos, y después se lleva al molino, ahí se descascara y se envasa para su comercialización.
En el estado se venden 4 marcas de arroz: Buenavista, Soberano, Garza de Oro y Perseverancia de Jojutla o Arroz Jojutla.
Según Solís Alvarado, todo el arroz que se produce en Morelos se queda en México, nada se exporta, puede ir a la Central de Abasto de Iztapalapa, a León, a Toluca, a Irapuato y a algunos restaurantes; desde luego, Morelos se queda con algo.
Explicó que es mínima la producción, y esto se debe a que hay poca tierra para el cultivo del arroz y poca agua, ya no llueve como antes. Además, muy poca gente quiere trabajar en los campos, en la siembra y cosecha.
“La mancha urbana nos va ganando y la gente ya no se quiere meter, porque donde está pegada la mancha urbana, la gente echa basura, echa vidrios y las cortadas están peligrosas, por eso no se meten”, afirmó Jesús Solís.
El año pasado se cultivaron 2 mil 800 toneladas, no se cultivó más porque hay poca rotación de tierra, hay mucha más caña y eso afecta.
Aunado a esto, Jesús dijo que, aunque hubiera tierra, desde hace unos cinco años, hay muy poca gente que quiere trabajar en el arroz.
Los muchachos no quieren enlodarse, no quieren hacer el esfuerzo de caminar, de la carretera o calle hacia adentro del campo, prefieren trabajar como empleados en las tiendas, en los talleres, repartiendo cosas.
Los jóvenes buscan lo que está más cerca, regresar rápido a su casa y llevar de comer.
La mayoría de los que trabajan el arroz son personas de la tercera edad, lo hacen por necesidad y algunos porque de veras les gusta la siembra y cosecha del arroz, tenemos y seguimos una tradición, una cultura.
Jesús Solís Alvarado invitó a que consumamos arroz y demás productos que produce Morelos, ya que son de muy buena calidad, ya que esto hace que la economía llegue hasta las comunidades, y la gente tenga para comprar, invertir y dar trabajo.