En México cada año se detectan entre 5 mil y 6 mil casos nuevos de cáncer en menores de 18 años de edad. Los tipos más comunes son leucemias, linfomas y tumores en el sistema nervioso central.

El 15 de febrero se conmemora en más de 90 países esta fecha, con el objeto de promover el diagnóstico oportuno de dicha enfermedad que puede ser tratable.

Lo anterior se dio a conocer en el marco de las jornadas académicas realizadas por la Secretaría de Salud en el estado, para dotar al personal médico de las unidades del sector público de herramientas y de esa forma sean capaces de identificar cuando un paciente pudiera tener cáncer.

Los principales tipos de cáncer que se detectan en menores en nuestro país son leucemias, que representan el 52% del total; linfomas, el 10% y los tumores en el sistema nervioso central, el 10%.

Actualmente, con el manejo adecuado pero sobre todo con el diagnóstico oportuno, el nivel de sobrevida en México (indicador de tiempo que vive un paciente), es del 56% del diagnóstico.

En la última década la mortalidad fue de 2 mil 150 decesos por año en promedio y constituye el cáncer infantil la primera causa de muerte por enfermedad de mexicanos en edad de los 5 a los 14 años.

La incidencia en México (Morelos se encuentra en parámetros similares) es de 9 casos por cada 100 mil menores de 18 años, para población no derechohabiente de ninguna institución de seguridad social, en la República Mexicana.

En Morelos el hospital de referencia –es decir a donde son enviados los menores que son diagnosticados con cáncer- es el del Niño Morelense, en donde reciben tratamiento 150 pacientes en vigilancia y 150 en seguimiento. Al año en promedio se diagnostican entre 60 y 70 casos nuevos desde el 2013.

Síntomas de alerta

En el mismo acto de inauguración de las jornadas, la madre de uno de los pacientes del Hospital del Niño señaló la importancia de que se difunda la información acerca del cáncer infantil, para que los padres de familia puedan identificar algunos signos, saber cuándo llevarlos al médico y una vez que reciben esta noticia, la del diagnóstico de cáncer, se les oriente cómo actuar.

Planteó la posibilidad de elaborar algún manual que les oriente acerca de la mejor forma de manejar esta situación con sus propios hijos, con sus compañeros de escuela y su familia, pues muchas veces se piensa de inmediato en que ya no hay remedio y no saben a dónde recurrir.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, los signos o síntomas de alerta para menores de 18 años, es decir aquellos indicadores de que podría tratarse de cáncer, son los siguientes: fiebre en varias ocasiones o que no ceda en varios días, sudoración nocturna o excesiva, palidez progresiva, fatiga, cansancio o apatía sin causa aparente; pérdida de peso, pérdida de apetito, reflejo blanco en el ojo (pupila) y dificultad para respirar sin causa aparente.

Otros indicadores (que varían según el tipo de cáncer) pueden ser cambio en el color de la orina, sangrado frecuente de nariz o encías al cepillarse los dientes, puntos rojos, puntos rojos o morados, moretones en la piel sin causa y crecimiento de ganglios progresivos en cuello, axilas o ingles, sobre todo sin son duros, grandes y sin datos de infección.

También son signos que deben ser atendidos el crecimiento irregular en el abdomen (estómago) o en cualquier parte del cuerpo; desviación de uno o ambos ojos o con o sin crecimiento; una masa (bola) dura, poco o no dolorosa en un testículo; y el dolor de huesos y articulaciones, además de “cojera" al caminar y aumento de tamaño de la pierna que molesta.