Así lo señaló la psicóloga Martha Cantú Ochoa, responsable del programa de adicciones de los Servicios de Salud, durante la reunión con alcaldes, en la que el sector solicitó a los gobiernos municipales, participar en el ámbito de sus facultades para reglamentar aspectos tales como la venta de alcohol, entre otros rubros.
En entrevista, la funcionaria apuntó que la diabetes constituye en Morelos la primera causa de morbilidad y mortalidad en términos generales en el estado, y del año 2000 al 2012 se ubicó en segundo lugar a los problemas de salud por lesiones externas. “Las cuales serán por violencia familiar o infringida o autoinfringida, es decir los homicidios, suicidios y demás, “que nosotros creemos tienen que ver con consumo de sustancias ilícitas e ilícitas, como el alcohol por ejemplo en los accidentes vehiculares”.
La representante del consejo estatal contra las adicciones destacó que una de las principales preocupaciones, es que Morelos se colocó en las encuestas más recientes, en el primer lugar a nivel nacional en cuanto a consumo de alcohol excesivo.
Los indicadores más altos se encuentran en la zona metropolitana de Cuernavaca, pero insistió en que el problema se observa en todos los municipios. De ahí que destacó la importancia de la colaboración de los ayuntamientos en la reglamentación sobre la venta de bebidas embriagantes.
Indicó que junto con la normatividad, es importante implementar otras estrategias, como el alcoholímetro –que sirve para restringir el consumo-, pero sobre todo habló de la importancia de la prevención.
En este rubro consideró fundamental invitar a la “normalización del consumo de alcohol” en la familia, pues en esa medida se reduciría el consumo y con ello consecuencias como accidentes y la violencia.
Recordó algunas cifras de la Encuesta Nacional de Adicciones, entre ellas que el consumo inicia a los 12 años, pero de forma experimental. Cabe subrayar que es fundamental detener el llamado flujo normal del proceso adictivo, pues se estima que desde que inicia el consumo pasan de tres a cuatro años para llegar al nivel dependiente, de hecho recordó que Morelos está en el cuarto lugar de hombres con adicción o dependencia al alcohol.
Apuntó que de por sí, el consumo de los mexicanos es de alrededor de seis o siete copas por ocasión, lo que indica el carácter de explosivo, porque lo esperado es en promedio de tres o cuatro copas por semana y aquí el indicador llega hasta 10 a 15 copas por fin de semana. Lo anterior, apuntó, está muy ligado a la incidencia de accidentes.