La tarde del viernes Atlatlahucan se convirtió en el municipio número 26 (de un total de 33) en integrarse a la estrategia de seguridad implementada por el gobierno graquista.
Los municipios que a lo largo de los dos primeros años de la administración estatal perredista determinaron entregar el control operativo de sus corporaciones son: Ayala, Amacuzac, Atlatlahucan, Axochiapan, Cuernavaca, Cuautla, Coatlán del Río, Emiliano Zapata, Huitzilac, Jiutepec, Jojutla, Jonacatepec, Jantetelco, Miacatlán, Ocuituco, Puente de Ixtla, Temixco, Tepalcingo, Tlaltizapán, Tlaquiltenango, Tetecala, Xochitepec, Yautepec, Yecapixtla, Zacatepec y Zacualpan.
Sin embargo, siete municipios han rechazado reiteradamente firmar los convenios de adhesión al Mando Único bajo dos argumentos esenciales. El primero, porque existe desconfianza hacia la forma de actuar de los elementos y por las constantes quejas por violaciones a derechos humanos en los municipios donde la CES tiene el control operativo de las policías municipales. Y el segundo, porque en estos municipios predominan los usos y costumbres y la mayor parte de la población rechaza la incursión de la autoridad estatal bajo la modalidad del Mando Único.
Los municipios que hasta ahora se mantienen al margen del Mando Único son: Mazatepec, Tepoztlán, Tlayacapan, Tetela del Volcán, Tlalnepantla, Temoac y Totolapan. Incluso, en Tetela del Volcán opera un grupo ciudadano que ha implementado sus propias estrategias de seguridad y autoprotección. No obstante, el titular de la Comisión Estatal de Seguridad, Alberto Capella Ibarra, ha insistido en que mantendrá el diálogo y las negociaciones con los ediles y cabildos de estos municipios, en un esfuerzo por lograr la integración del Mando Único al cien por ciento.