La mayoría de los ministros integrantes de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvieron una solicitud de facultad de atracción, presentada por el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
El caso surgió por una fiesta celebrada en la Ciudad de México, en la cual varios de los asistentes ingirieron alcohol y drogas. Algunos de los invitados eran policías que llevaron consigo sus respectivas armas de cargo.
Durante la reunión, una de las personas falleció a causa de un disparo provocado por uno de los artefactos de los policías.
Ante varias versiones de lo sucedido, la autoridad ministerial decidió iniciar una averiguación previa en contra de uno de los guardias que asistieron, a pesar de que quien testificó en su contra estaba bajo los efectos de drogas y alcohol.
Después de varias instancias, los diversos jueces que conocieron del asunto condenaron al vigilante imputado, al considerar que a pesar de las drogas y el alcohol, dicha versión de los hechos resultaba veraz. La única prueba en la cual se sustentó la acusación en contra del elemento, fue precisamente la declaración de un testigo cuestionado por su consumo de sustancias tóxicas.
Al analizar el caso, se determinó que mediante el mismo, la Primera Sala podrá analizar los factores psicológicos de quienes son testigos en un procedimiento penal, para así determinar cómo se deben valorar sus declaraciones. Cabe señalarse que este tipo de pronunciamientos, inciden de forma directa en la protección que las autoridades deben realizar del principio de presunción de inocencia.