Expresó que hasta el momento sólo un grupo de custodios ha presentado queja ante el organismo, luego de que fueron notificados los resultados negativos obtenidos en una o varias de las cinco pruebas que contempla el examen de control y confianza, sin embargo, presuntamente algunos elementos de la Policía Preventiva Estatal estarían en la misma circunstancia, pero ninguno ha acudido a la CDHEM a formular inconformidad alguna.

Recalcó que derivado de la queja promovida por los custodios, la CDHEM requirió información a la Secretaría de Seguridad Pública y el organismo buscará revisar si los exámenes se practicaron adecuadamente y en caso de encontrar alguna irregularidad, hacer el pronunciamiento correspondiente.

Benítez Villaseñor exhortó a la SSP a frenar los despidos de personal de seguridad y custodia de las cárceles estatales, hasta que se revisen los resultados de las evaluaciones y se tenga certeza de que no son elementos aptos para la función.

Destacó que los custodios se han quejado de que las pruebas no se aplicaron en horarios adecuados, se les hizo esperar mucho tiempo para ser evaluados, no se les aplicaron los exámenes completos, ni les presentaron los resultados para conocer el motivo por el cual reprobaron.

Dijo que en algunos casos, se destacó que los elementos habían reprobado la prueba del polígrafo, lo cual no es motivo suficiente para el despido e incluso la Comisión Nacional de Derechos Humanos ha apoyado esta postura.

“Hay un pronunciamiento de la CNDH que no son los exámenes una causa de despido de los elementos” y por lo tanto, “no sería una prueba suficientemente válida para poder aplicar esta sanción (el despido)”, destacó la titular del organismo.

Bajo este contexto, llamó a la SSP a frenar los ceses y permitir “revisar cada uno de los casos, la verdad es que sí sería muy oportuno que se pudiera revisar, y que se pudiera sentar con ellos y escuchar las demandas que los custodios hacen”.

Advirtió que en este momento sería muy delicado dar de baja a personal de custodia, sobre todo porque el sistema penitenciario estatal tiene un déficit importante en personal y equipo, y esto genera riesgos de inestabilidad.

“Es una responsabilidad muy grave, porque a final de cuentas en el diagnóstico nacional se evidenció la falta de personal y equipamiento en las cárceles estatales”, concluyó.