Si no liquidan estas deudas como lo marca la ley, ¿cómo va a ser precandidato o candidato el nativo del estado de Guerrero y ex alcalde de Jiutepec? El no hacerlo coloca en un estado de fragilidad al gobierno entero, porque según los atribulados constructores son obras que fueron financiadas algunas por completo, otras parcialmente. Las entregaron. Incluso llegaron a darles el finiquito de ello y no han querido pagarlas sin explicación técnica o legal posible. Nos echa en cara uno de éstos que hace casi cuatro años el columnista acudió acompañando al gobernador a la inauguración de la unidad deportiva “Miraval” en Cuernavaca. Así es, nos invitó el jefe del Ejecutivo a través de su entonces poderoso coordinador de prensa, Javier López Sánchez.
Claro que nos gustó la transformación de la “lija” donde dejábamos pedazos de carne por la cancha sintética, las canchas de fut rápido, las de voli y el impresionante –para Morelos, sin duda-- polígono de tiro. El secretario era el cuautlense Francisco Rodríguez Montero. Cómo no querer ese lugar si la primera tribuna de cemento, pequeña pero maciza, la construyó el padre del que escribe, don Jara, precisamente porque se sentaba en la parte inferior, en su banquito, y una ocasión se derrumbó la de madera y casi le caen encima. También colocó las primeras regaderas y arregló los sanitarios. No era nada de ninguna asociación, solamente un viejo jugador y en ese momento dueño del Zarco, un exitoso equipo de aficionados, cuya vida en un 50 por ciento era el Miraval, la lija, o como la quieran llamar. Le gustaba compartir lo que tenía y qué mejor que en su Miraval y en el futbol.
--“Te vi en el corte de listón, cerquita con el gobernador; platicaban. Nosotros estábamos ahí porque era nuestra obra; la hicimos. Nos apuraron. Quedó bien y no nos han pagado un peso y tiene más de tres años, casi cuatro. Es una de varias en nuestro caso”, comenta un arquitecto morelense metido en esos ámbitos. Se sabe que en condiciones parecidas hay otros más y que el adeudo del gobierno a través de Obras Públicas puede ser de centenas de millones de pesos.
--“¿Por qué no les pagan?, ¿qué les argumentan?”, les cuestionamos. Nos han traído a vueltas. Funcionarios menores han hecho grandes negocios y engañan a sus jefes. Nos han llevado a la quiebra, porque no sólo hicimos el trabajo y gastamos mucho dinero, sino algunas hasta nos pidieron financiarlas y caímos”, dicen.
El columnista cree que el propio gobernador Marco Adame, cuidadoso de las cosas, ha sido engañado por sus titulares de Obras Públicas, porque no pueden hacerse cosas tal y como las expresan los constructores. Se han reunido con el propio Demetrio, antes con Panchito el de Cuautla, y los regresa a los mandos medios donde, aseguran, la corrupción impera y de manera escandalosa. ¿Quién lo permite?, ¿con quién lo comparten?, ¿quiénes están en el entendido?
Más que necesario que desde el gobierno alguna instancia aclare lo que, a la vista, va a generar un problema mayor próximamente. Demetrio dice que se va. Sólo falta saber si a que lo hagan candidato o antes lo alcancen para ponerlo en Atlacholoaya. Y si no es él, que se conozca quién o quiénes son.