Trabaja más de nueve horas como chofer de plataforma.

Desde hace un año, Andrea Aguilar trabaja como conductora de Didi debido a que por la pandemia de covid-19 tuvo que cerrar su estética, la que había puesto en marcha apenas en 2014.

En los primeros meses de contingencia, dijo, recibía unos cincuenta clientes a la semana por lo que tuvo que cerrar su negocio, puesto que los ingresos eran insuficientes para solventar sus gastos económicos. 

“Cerré la estética porque la Secretaría de Salud lo pidió y, además, ya no se podía mantener; tenía que pagar servicios, la renta del local y el salario de tres personas. Conforme avanzaban los contagios la gente dejó de salir y ya no había clientes”.

Actualmente, Andrea trabaja como chofer de Didi y afirmó que se obtienen buenos ingresos siempre y cuando su jornada laboral sea superior a las ocho horas diarias, aunque hay días en los que con mucho esfuerzo realiza entre ocho y diez viajes. 

Dentro de su horario laboral, indicó, ha cancelado varios servicios por cuestiones de seguridad y porque sus compañeros le han comentado que en las colonias Milpillas, Antonio Barona y Lagunilla en Cuernavaca han sufrido asaltos, así como en algunas zonas de Temixco y Emiliano Zapata.

Por precaución, dijo la entrevistada, después de las once de la noche solo brinda el servicio a clientes que viajan de Cuernavaca a Jiutepec y viceversa.

“Hasta el momento me ha ido bien con los clientes, no he encontrado alguno que se ponga grosero, pero por seguridad trabajo hasta las once de la noche y cancelo los viajes a otros municipios, como a Xochitepec y Temixco”.