Las denuncias por maltrato infantil en sus diferentes formas se han incrementado en Morelos, especialmente en lo que se refiere a las llamadas “medidas de disciplina” y por omisión de cuidados. Además, se han registrado dos casos de homicidios de bebés de cero a cuatro años y en jóvenes de 15 a 29 años.

Lo anterior fue dado a conocer en la sesión del Consejo Estatal de Salud, en el que las instituciones se comprometieron a trabajar en la prevención y atención de este problema.

La secretaria del ramo, Patricia Mora González, comentó que en dicha reunión se abordaron varios temas, entre ellos el de la violencia en niñas, niños y adolescentes. “Se estableció el acuerdo de hacer visible el maltrato e identificar que es un problema de salud pública y que afecta los derechos de los menores, la salud en niños y niñas adolescentes que los pone vulnerables”.

Informó que se presentaron estadísticas recabadas de la Fiscalía Especializada en atención a menores ubicada en el Hospital del Niño y el Adolescente Morelense.

“El maltrato puede ir desde afectaciones psicológicas hasta físicas, agresión sexual. Este fenómeno implica desde afectaciones leves que los afecte en su desarrollo psicológico y social e incluso daños severos que puedan poner en riesgo su vida. Lamentablemente el maltrato en contra de niños, niñas y adolescentes es un problema social que en ocasiones se ha normalizado y se ha encontrado que a veces es la forma en que los padres educan a los menores”, abundó.

Refirió que a nivel mundial el 75% de los niños, entre dos y cuatro años, sufre violencia por disciplina.

El 60% de los niños de 12 a 23 meses sufren castigos físicos y verbal y 15 millones de adolescentes de 15 a 19 años han sufrido algún tipo de abuso sexual.

A nivel nacional, la causa es la aceptación y legitimación de las mismas prácticas, el 60% de los adolescentes ha recibido “métodos violentos de disciplina” y el 70% ha sufrido algún tipo de violencia en general. En 2015 ocurrieron tres homicidios en menores al día en México.

A nivel estatal las cifras que tiene la Fiscalía Especializada en Niñas, Niños y Adolescentes informan que las variantes de violencia identificadas son las siguientes: el 56.2% fue por negligencia, el 29.3% por violencia física y 13.7% por violencia psicológica.

En 2014 hubo 904 denuncias y lamentablemente en esta violencia en niñas, niños y adolescentes, el principal agresor es la mamá en un 54.2%, el papá en el 10.8% y ambos en el 19.6%.

La misma fuente expone que entre el 2016 y el 2017 hay un leve incremento en las cifras (las del presente año comprenden hasta el mes de octubre), indican que por el delito de omisión de cuidados se registraron 488 casos en 2016 y ese mismo indicador aumentó a 638 en 2017.

El maltrato emocional pasó de 171 en 2016 a 241 en el año en curso; en cuanto al maltrato verbal se informa que en el 2016 hubo 397 denuncias y aumentó a 398 casos en 2017, eso sin contemplar que aún no termina el año.

A decir de la secretaria, este incremento puede obedecer a que hay un mayor registro formal: “Esto puede deberse no a que haya más violencia, si no que existe un mayor número de denuncias”.

Mora González consideró que cada vez hay más conciencia sobre este fenómeno, pero aún no es suficiente y se requiere difundir para que la población sepa que la violencia no es “algo normal” sólo porque así han sido educadas generaciones anteriores.

Enfatizó que también se ofrece talleres especiales para agresores, por lo que es importante que quienes sean testigos de violencia a menores lo denuncien ya sea a los SSM o al número de emergencia 911.

Expuso que algunos casos pueden llegar a la muerte. Informó que en la estadística oficial se contabiliza en lo que se refiere a homicidios, en el 2016 hubo 4 casos y en el 2017 dos homicidios de bebés de cero a cuatro años. En el grupo de 5 a 8 años en el 2016 hubo dos y en este año uno, y de 10 a 14 años hubo 5 en el año pasado y ya se reportan dos en el 2017.

En el grupo de adolescentes la cifra se incrementa, pero la secretaria explicó que en ese grupo los agresores no son sólo la familia, sino que en ocasiones ya son víctimas de “otro tipo de violencia efectuada por otras personas”; el 29% de las muertes en adolescentes corresponde a agresiones y homicidios.