Cuernavaca, Morelos.- Anualmente cerca de mil 500 detenidos o imputados son beneficiarios de medidas cautelares distintas a la prisión preventiva, y poco más del 90% cumple con las condiciones para enfrentar sus procesos en libertad.

Sandra Román Colín, directora de la Unidad de Medidas Cautelares para Adultos (Umeca), detalló que desde el 2013, fecha en que se instauró esta unidad, se atienden cada año entre mil 300 y mil 500 casos de personas acusadas o procesadas por la presunta comisión de un delito no grave.

Indicó que cada año son detenidas alrededor de siete mil personas y de éstas poco más del 21% son sujetas a medidas alternas para que sus procesos los enfrenten en libertad, en virtud de que uno de los objetivos del sistema penal acusatorio adversarial es evitar como método la reclusión, sobre todo cuando se trata de delitos no graves y de posible reparación del daño.

Explicó que más de 90% de las personas sujetas a medidas alternativas no privativas de la libertad, cumplen con las condiciones que se les imponen, como reportarse periódicamente a la Umeca, mantener un empleo y cumplir con ciertos horarios.

Señaló que en los casos en que los sujetos incumplen con su libertad condicional, los supervisores buscan a los imputados para instarlos y, sólo en los casos en que no hay respuesta, se informa a las partes del desacato y se requiere la revocación de la medida.

Consideró que la Umeca ha resultada efectiva y ha cumplido con las expectativas del sistema oral de justicia penal, sin embargo, todavía hace falta un cambio de paradigma en la sociedad, pues prevalece en la percepción ciudadana que la justicia se alcanza cuando los imputados van a prisión.

“Creo que hace falta apostarle a las medidas en libertad, creo que todavía estamos en el cambio de paradigma. La sociedad, no sólo las instituciones, nos estamos haciendo a la idea de que la justicia no se alcanza viendo a la persona en prisión”.

Afirmó que hace falta concientizar a la sociedad sobre las nuevas disposiciones del sistema de justicia y que la prisión preventiva no siempre es la vía para que se haga justicia.