Integrantes de organizaciones civiles protestaron por la detención de una mujer señalada por haber interrumpido su embarazo.

Integrantes de organizaciones civiles exigieron al Congreso local despenalizar el aborto y protestaron por la reciente detención y maltrato de una mujer, que fue señalada por haber interrumpido su embarazo.

Con una representación realizada en la calle frente al Palacio Legislativo, reclamaron los diputados, “dejen a un lado su simulación, sus morales religiosas, su machismo, su ignorancia, su hipocresía y doble moral”.

De forma simbólica, a través de dibujos y pancartas exhibieron la violencia ejercida por instituciones, tanto de procuración de justicia como de salud, así como el machismo, los prejuicios, la desinformación, la generación de estereotipos de belleza y de femineidad que discriminan a la mujer, entre otras formas de violación a los derechos.

Con lonas y pancartas, quienes integran agrupaciones como Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en Morelos (Ddeser), Radio Chinelo A.C., Comunicación, Intercambio y Desarrollo Humano en América Latina(CIDHAL), Comité Contra el Feminicidio, Dignidades A.C., RedRIE, Benguna Bee A.C., Equidad y Participación Ciudadana, así como “Nemi In Tlalli” Viva La Tierra A.C. se apostaron en las escaleras de acceso a la sede del Congreso, en donde se les impidió entrar, por lo que durante unos minutos se manifestaron en la avenida Matamoros.

Andrea Acevedo García, de Ddeser, señaló que además se trata de un problema de salud, al referir que en Morelos, según cifras de los Servicios de Salud, se reportaron 32 mil 720 casos de mujeres atendidas por aborto durante el periodo 2000-2010, y de acuerdo al Inegi, tan sólo entre 2002 y 2010 se registraron en promedio dos defunciones por aborto cada año en mujeres de todas las edades, lo que suma 14 defunciones en total. Lo anterior, indicó Acevedo García, sólo de acuerdo con cifras oficiales, pero la realidad indica que la cifra negra es mucho mayor, por el temor de muchas mujeres a la criminalización como la ocurrida recientemente.

En este sentido, el grupo de inconformes expuso que el pasado sábado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una chica fue detenida por policías ministeriales por abortar, debido a que los médicos de la unidad médica número uno del IMSS la acusaron de haber ingerido pastillas para provocarse la interrupción del embarazo y luego fue privada se su libertad durante 24 horas. Aunque fue liberada bajo las reservas de ley, expresaron su inconformidad al asegurar que la mujer fue tratada como criminal.

“La policía ministerial dice con orgullo que la detención no fue ilegal, porque el aborto es un delito estipulado en el código penal del estado y queremos que quede claro; el hecho de que sea legal no exime que sea un acto que violenta severamente los derechos de esta mujer, que fue tratada como una criminal”.

Manifestaron que las cifras oficiales muestran “una necesidad que no está siendo resuelta, real y social a la que por diversas razones nos enfrentamos las mujeres: la de interrumpir un embarazo. Esos abortos fueron practicados bajo condiciones legales que pudieron ser: por riesgo de vida de la mujer, por malformaciones congénitas o genéticas, por haber sido un embarazo producto de una violación, o una inseminación artificial no consentida, o por haber sido un aborto imprudencial, sin embargo, las mujeres que no conocen de estas causales o que no responden a ninguna de estas, arriesgan su vida y su salud en abortos ilegales e inseguros”.

Los representantes de las organizaciones reclamaron al Congreso que en la actual legislatura, se ha evitado el debate al respecto y se ha omitido legislar en el tema. “La interrupción legal del embarazo es una cuestión de democracia, las mujeres para ejercerla a plenitud, tenemos que tener el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo. Exigimos en el pleno respeto al Estado laico y a los diversos tratados internacionales que ha firmado México, que por la salud y la vida de las mujeres se despenalice el aborto en Morelos”, consignaron en su desplegado, al que dieron lectura con altavoces mientras en el interior del reciento se desarrollaba la sesión de la Cámara de Diputados.