De los arriba mencionados, cinco, Sánchez Cortés, Martínez Cué, Meade Ocaranza, Morales Barud y Palma César, fueron también aspirantes a la gubernatura del gobierno del estado. En su caso, han señalado que no buscan un premio de consolación, sino que ejercen su derecho político y todos han confirmado que tienen un perfil que les permite ser la persona idónea para este cargo, *etc., etc.

Ayer por la mañana, Rivera Navarro se destapó y con ello la lista de diez se agranda y se espera que pudiera seguir creciendo. Mientras tanto, los demás señalan que están en los tiempos de espera de que el CDE y el CEN del PRI determinen las reglas del juego; unos se encuentran institucionalmente esperando en la banca, otros se destapan y otros más realizan actos públicos o privados con líderes, militantes, simpatizantes y ciudadanos de Cuernavaca para medir fuerzas y convocarlos para que en caso de ganar la candidatura, voten por ellos como la mejor opción para la capital morelense.

Tras el destape de Otilio Rivera, otrora dirigente del PRI y secretario general del mismo organismo, ex regidor y ex candidato a diputado, llegó al mismo lugar Jorge Morales Barud, quien dio a conocer que tras la petición de Eleasib Polanco, actual candidato por el quinto distrito federal electoral; René Méndez, Patricio Sánchez y Jesús Fuentes Orihuela de que Morales Barud fuera expulsado del partido por su participación como funcionario en un gobierno panista, ha solicitado al dirigente del CDE del PRI, con copia al delegado adjunto del CEN del PRI, Joaquín Hendricks, y Rodrigo Nava Altamirano, presidente de la Comisión de Justicia Partidaria en Morelos, que se pronuncie y determine la procedencia o no de esta solicitud.

Al señalar que “siempre trato de pensar positivo”, no consideró que esto pueda ser motivo para poner en riesgo su aspiración a la candidatura por la presidencia de Cuernavaca, por lo que confió en Martínez Garrigós y Hendricks Díaz para dar celeridad a esta situación, pues argumentó que la queja de éstos y otros priistas de que “fue traidor al partido por trabajar con un gobierno panista” resaltó que su decisión de trabajar en un gobierno no emanado del PRI fue analizada, y asume las consecuencias. Pero destacó que su decisión tiene que ver con un derecho consagrado en el artículo quinto de la Constitución, así como “las disposiciones de las Constituciones federal, en su artículo 41, y local, en el artículo 23, que establece que los partidos políticos son medios para promover, no para restringir, el acceso de ciudadanos al poder público”.

En este marco, señaló también que es equívoco ver el ejercicio del gobierno desde posturas facciosas y excluyentes, por lo que no quitó el dedo del renglón y afirmó que sigue con su intención de ser postulado como candidato del PRI al gobierno de Cuernavaca, sujetándose a las normas, tiempos y formas que se definan en las convocatorias.