Invitado por el Comité Municipal del Partido Revolucionario Institucional en la capital y frente a ex dirigentes y militantes de este instituto político, Martínez Garrigós significó que la constante de la acción pública de Ávila Camacho fue crear las condiciones para superar la pobreza existente en el país, lo que actualmente es el cimiento de la política social de la administración en Cuernavaca.

“En el México de hoy, en Morelos, con tanto rezago social, con tanta inseguridad, es necesario que quienes están cargo de estos gobiernos repasen la historia. Ahí encontrarían a los hombres que como Ávila Camacho han formado al Estado mexicano. La pregunta ha estado en las hipótesis planteadas a nivel nacional y en los últimos 12 años, ¿qué instituciones se han formado?”, cuestionó.

Dijo que en el estado solo una pequeña parte conformada por un 16.5 por ciento de su población es considerada no pobre ni vulnerable, en tanto que 5.5 por ciento de los morelenses es vulnerable por sus ingresos, 34.4 por ciento es vulnerable por condiciones sociales y 37.4 por ciento, es decir, 776 mil 200 personas, es pobre, debido a la ausencia de políticas públicas tendientes a mejorar el bienestar social.

Consideró que lo anterior ha provocado que Morelos haya perdido espacios en el contexto nacional en lo que se refiere al combate a la pobreza, lo que se observa en el hecho de que en el año 2000 Morelos se ubicaba en el lugar 18º en cuanto al combate al rezago social y ahora está en el lugar 16º. “Dos lugares se perdieron porque no ha habido políticas sociales eficaces y eficientes que combatan el rezago social”, dijo.

En este contexto, agregó que a pesar de lo anterior, en Cuernavaca se van ganando espacios al rezago social. “Estamos dentro de los 100 municipios con menor rezago social. De dos mil 456 municipios existentes en el país, ganamos 39 posiciones en la lucha contra la pobreza. En la anterior administración se ocupaba el lugar dos mil 333 y ahora gracias a las políticas democráticas pero sobre todo de justicia social estamos en el sitio dos mil 372”, comentó.

Expresó que en políticos como Ávila Camacho “tenemos nuestro origen, tenemos nuestra ideología. Para nosotros, el bienestar de los cuernavacenses, el bienestar con justicia social es una premisa de este gobierno.

El alcalde capitalino afirmó que “hoy más que nunca, y ante los retos que se nos avecinan como partido, los priistas tenemos la obligación de recordar a Ávila Camacho, de recordar el Día de la Unidad Nacional convocado por Ávila Camacho, con una gran visión política, mismo en el que dirimieron sus diferencias políticas los presidentes Adolfo de la Huerta, Pascual Ortiz Rubio, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Abelardo Rodríguez y Lázaro Cárdenas”.

Para Martínez Garrigós, recordar a Ávila Camacho es recordar al Partido Revolucionario Institucional y al hacerlo es entender la democracia, es vivir la justicia social, es gobernar a favor de los que menos tienen y eso es lo que se está haciendo en Cuernavaca.

Rememoró lo dicho por Ortega y Gasset referente a que “el líder ha de reunir dos características comúnmente antagónicas entre sí, primero el talento y después el ímpetu. Y es que el líder ha de conjugar en su persona primero que nada el idealismo, el pensamiento impulsor de grandes hazañas y el pragmatismo que dicta los aconteceres de la historia y de la vida cotidiana. Al líder se le entrega su pueblo, de manera incondicional; el líder es estratega, se construye sobre los firmes cimientos de la confianza, de la plena voluntad, pero sobre todo de la credibilidad absoluta del pueblo”.

En este sentido advirtió que por eso el líder, hombre o mujer, si quiere consolidar su liderazgo, ha de cuidar y fortalecer cada día la confianza y la credibilidad de su gente, mantener la congruencia en sus palabras y en sus hechos, transparencia en sus acciones, consistencia en su conducta cotidiana. “Así, el líder político al tiempo que vigoriza y privilegia su posición y enaltece su profesión, dignifica y engrandece el quehacer público”.

Martínez Garrigós expresó su beneplácito por regresar al lugar donde tiene su origen, a la casa del Partido Revolucionario Institucional. “Regresar a conmemorar un aniversario más de Ávila Camacho y regresar al Partido Revolucionario Institucional me lleva a compartir algunas vivencias y algunas anécdotas que formaron mi pensamiento político pero sobre todo mi sensibilidad social. Y hoy que recordamos a Ávila Camacho cómo no recordar cuando a mis 21 años tuve la oportunidad de ser dirigente municipal del PRI en Cuernavaca, electo por los muchos que hoy me acompañan, con el respaldo de gente de mucha experiencia, y fue ahí, en el Revolucionario Institucional, en ese que ayudara a formar, fortalecer y a concebir Ávila Camacho, donde su amigo recorrió barrios, ejidos, colonias y entendió que lo más importante del liderazgo, es la democracia y la justicia social”, aseveró.

Indicó que Ávila Camacho fue un gran mexicano que supo curar y cerrar las heridas que dejó la Revolución Mexicana, un gran hombre, político, conciliador, que dirigió con unidad, con congruencia los destinos de la nación de cara a la modernización institucional. “En una época complicada, ya que se vivía la Segunda Guerra Mundial, México no pudo tener mejor presidente que Manuel Ávila Camacho, hombre de gran carácter pero de trato sensible y fino, lo cual le valió ser conocido entre la gente como el general Caballero. Los mexicanos no se equivocaron, con él, el país pudo transitar en paz hacia la estabilidad social, política y económica”, aseguró.

En un breve repaso por la historia, el alcalde apuntó que mucho del patrimonio que hoy se tiene se forjó en la administración de Ávila Camacho. El Instituto Mexicano del Seguro Social, el Instituto Nacional de Cardiología, el Instituto Nacional de Nutrición, el Hospital Infantil de México, entre otras muchas instituciones que le dieron modernidad al país. Sus acciones en materia educativa y cultural dejaron una huella profunda en los mexicanos. En su gobierno se creó la Escuela Normal Superior y el Instituto de Capacitación del Magisterio, el Observatorio Astrofísico y el Colegio Nacional. A este último se unieron, para compartir sus conocimientos, eminencias de la época como Antonio Caso, Diego Rivera, José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Mariano Azuela, José Clemente Orozco, entre otros. También legó el Museo Nacional de Historia, que abrió sus puertas en su administración; la Biblioteca de México y la Hemeroteca de la UNAM; a ésta última le donó los terrenos donde se construiría la Ciudad Universitaria.

En materia de política social, decretó la congelación de rentas en beneficio de los que menos tenían, construyó escuelas a lo largo y ancho del territorio nacional, emprendió cruzadas contra el analfabetismo nunca antes vistas.

En materia política, fue en el sexenio de Ávila Camacho que se promulgó la Ley Federal Electoral, inicio en el Estado mexicano de la conformación del sistema de partidos políticos.